Política

Sandra Pettovello: la coaching del Capital Humano especialista en familia

18 de diciembre

“¿Quién es Sandra Pettovello? Presentate ante la sociedad”, le sugiere Eduardo Feinmann en su programa. Con una risa casi tímida, comienza contando que no tiene experiencia de gestión ni de técnica al respecto. Mientras gira su silla de un lado al otro y con un tono suave que la diferencia de sus compañerxs de fórmula, apela al sentido común: “Como ciudadana, por momentos indignada y por momentos con mucha tristeza de ver el estado de la Argentina, muchas veces pensé en hacer algo. Yo creo que a veces las cosas se presentan. Se da un momento de mi vida en el que yo tengo más tiempo porque mi hijo tiene 18 años y empezó la universidad… ¿Viste cuando todo empieza a encajar?”, contestó luego de aclarar que se siente nueva en el ambiente de la política.

Dentro del círculo de Javier Milei, Sandra es una de las personas más influyentes. Incluso fue de las primeras personas mencionadas para su futuro gabinete, como superministra de Capital Humano. Tiene 55 años, estudió periodismo en la Universidad de Belgrano y se recibió de Licenciada en Ciencias de la Familia en la Universidad Austral. En su perfil de Linkedin, se presenta como “experta en mindfulness, crisis vitales y duelos, vínculos y pareja”, además es reikista y neuropsicoeducadora.

Pasó prácticamente desapercibida durante la campaña de La Libertad Avanza (LLA), logrando sortear apariciones televisivas y declaraciones públicas. Al googlear su nombre, no se encuentran más que algunas notas sobre su futuro cargo; otras pocas de su autoría en portales como Infobae, y coberturas con fotos vintage de ella junto al actor Pablo Rago, su pareja durante seis años en los 90s.

Pettovello construyó su presencia y su carrera detrás de la escena: fue parte de “Grupo América» como productora de gerencia de noticias, puesto que también ocupó su jefe político Milei, y también fue productora del programa «La Cornisa” de Luis Majul, entre otros.

“Cuando Javier me propuso formar parte del Ministerio, le dije que sí… le dije que sí porque me interesaba y le dije que sí porque pensé’ bueno, no va a llegar al lugar donde está hoy’”, contó. A Milei lo conoció en sus tantas visitas a los medios (aliados, claro) y desde entonces se convirtió en una de sus personas más cercanas, formó parte de su ascenso al poder desde el inicio e integró parte del equipo que lo asesoró y preparó para las entrevistas y los debates presidenciales. Actualmente ocupa un lugar de vital importancia para toda la población argentina.

El nombramiento de la periodista se dio en un contexto de achicamiento en la cantidad de Ministerios (reducidos ayer de 18 a 9), algunos con los mismos títulos y alguna que otra novedad. “¿Por qué lo diseñamos de esta manera? Porque a mi me parece mejor que, en áreas que están tan encadenadas unas con otras, se trabaje en un espacio de mayor convivencia. Creo en los equipos y en la comunicación entre los equipos. Diseñar un ministerio de este modo tendrá más efectividad”, aseguró Sandra Pettovello, acompañando su explicación con el movimiento de sus manos.

Con respecto a la manera en la que llevará a cabo dicha tarea, aclaró: “Yo funciono como una coordinadora, porque vos imaginate que yo no puedo tener experiencia en estas 4 áreas (Educación, Trabajo y Desarrollo Social): yo busco los problemas, los traigo y los reparto a gente altamente capacitada”, explicó en su diálogo con Feinmann en La Nación+, en la única entrevista que dio hasta el momento.

Estar a cargo de un ministerio es una responsabilidad enorme, ni hablar de gestionar las carteras más atravesadas por las demandas sociales, sin tener ningún tipo de experiencia dentro del Estado. Hoy por hoy, Sandra tiene la responsabilidad de garantizar el bienestar de la ciudadanía, de administrar los planes y asistencias sociales de todo tipo, de reunirse y negociar con los sindicatos, de promover el empleo, el acceso a la salud y a la educación, y garantizar que el funcionamiento de sus instituciones se mantengan en pie en el marco de la miseria planificada.

Según había anticipado el presidente electo, Pettovello es la única con la “billetera abierta” para implementar las medidas que crea necesarias, en una Argentina que inicia transformaciones de shock: un brutal recorte del gasto público, la desregulación (aún más) de áreas de la economía y la venta del patrimonio público, por resumirlo de alguna manera. “Dar contención a los caídos”, diría Milei.

Volver a abrazar el modelo de la libertad
Aunque esta será su primera experiencia en la gestión pública, no es verdad que Pettovello ingresa recientemente en el barro de la política. De hecho, es ex vicepresidenta de la Unión del Centro Democrático (UCeDe) de CABA, partido político liberal fundado en 1982 por Álvaro Alsogaray. Esa fue la cuna liberal conservadora en la que la licenciada “especialista en familia”, como ella misma se define, forjó sus convicciones. En este sentido, hay match directo con la estructura de pensamiento que propone el presidente electo y que en reiteradas oportunidades invoca en sus discursos. “Hay que abrazar las ideas de la libertad”, se le escucha decir ¿Pero cuáles? Para comprender de qué se trata, hay que ir para atrás en la historia de nuestro país. Mucho más atrás.

Álvaro Alsogaray, militar, economista y político argentino, junto con figuras como Federico Pinedo y Alberto Benegas Lynch, formó parte de un grupo de intelectuales que coincidían en la necesidad de volver a “las bases” de la Argentina luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón, en septiembre de 1955. A este clima álgido, se le sumaba la Guerra Fría y la Revolución Cubana. Esos principios (supuestamente liberales) que buscaban recuperar, habían posicionado a la nación como una de las principales fuerzas económicas del mundo a comienzos del siglo XX. Para ellos, hasta los años 30, fuimos un país en alza que sucumbió debido a la degradación del liberalismo y la intromisión de ideas intervencionistas en materia económica como las que proponía el peronismo.

Siguiendo esta trama, se trata de una “época dorada” de progreso económico, social y cultural que habría sido eclipsada por el estatismo, en donde los intentos por recuperarla aparecen como una utopía incontrastable con la historia. Desde este sector, el real enfrentamiento se basaba en el totalitarismo vs el liberalismo, no había una tercera opción. La concebían como una dicotomía que no distinguía partidos políticos, ni dictaduras o democracias.

Retomando a Alsogaray, el totalitarismo sería reemplazado más adelante por modelos híbridos en lo político y económico, es decir, con principios liberales pero con formas e ideas colectivistas: “Seguramente la batalla final por la libertad ya no habrá que librarla contra el totalitarismo declarado, sino contra estas híbridas pero insidiosas formas de penetración política”, según explica en su ensayo “Bases para la acción política futura”, en el 68.

En este sentido, la vuelta a las bases añorada por todas estas figuras políticas actuales, incluida la de Javier Milei, apuntan a un liberalismo que trascienda al de aquel entonces. La fantasía monta su estructura sobre los cimientos de la Constitución de 1853, pero busca la creación de un modelo que a su vez sea auténtico, sin intervencionismo ni estatismo que lo convierta en heterodoxo. Uno que abrace las ideas de la libertad, como le gusta decir a Milei. Al menos para los mercados: “La única verdadera oposición somos los liberales porque esta es una diferencia entre colectivistas y liberales, y a ellos les encanta el Estado (…) Se deben abrazar las ideas de libertad que Argentina adoptó en 1860 para poder evolucionar”, afirma el presidente electo.

El Capital Humano: entre la familia tradicional y la lógica empresarial
A estos antecedentes libertarios promulgados por los integrantes de La Libertad Avanza, como el propio Javier Milei y la mismísima Sandra Pettovello, no le pueden faltar las ideas de Gary Stanley Becker, fundador del concepto de capital humano. No casualmente, Becker es un economista neoliberal que propone lisa y llanamente la economización total de la vida y las relaciones humanas. En este sentido, se transformaría la calificación de trabajador a Capital y lo Humano pasaría a ser degradado a una dimensión pura y exclusivamente económica, colocando a los trabajadores y trabajadoras y a sus familias en gestores y al mismo tiempo en consumidores.

En la plataforma electoral de LLA, se define al capital humano como “el conjunto de habilidades, aptitudes, experiencias y conocimientos de cada persona, imprescindibles para la economía de un país”. Esto va en consonancia con lo propuesto por Becker (1964) en su definición del capital humano, como el conjunto de las capacidades productivas que un individuo adquiere por acumulación de conocimientos generales o específicos. ¿Cómo se alimenta este capital humano según la fantasía de LLA? Con la adquisición de ciertos contenidos a la carta a través de un sistema de vouchers.

“El elemento más importante para explicar el crecimiento económico es el capital humano”, cuenta Javier Milei. El armado del superministerio que contiene las carteras de Educación, Trabajo y Desarrollo Social, condensa al máximo la idea de reducir el Estado y de apuntar a la eficiencia de la población desde su individualidad, sin importar las diversas condiciones en las que se encuentren. «Venimos a terminar con el verso ese de que ‘donde hay una necesidad nace un derecho’, porque es mediante ese sistema que aumentan el gasto público, los impuestos… toman deuda y cuando ya no pueden más le dan a la maquinita», dijo Milei en su cierre de campaña.

La contención y el éxito en este sistema dependerá, a lo sumo, de cada familia. En esa construcción de base se posa Pettovello: la familia como estructura solar que contenga y asista los problemas sociales. «Es una especialista en temas sociales y de familia, coordina todos los equipos de Capital Humano. Es parte de esta revolución que nosotros estamos proponiendo», aseguró el economista libertario por TN.

La idea de familia que pregona Sandra está por lo menos alejada de los avances en materia de derecho de los últimos quince años. Para el armado del superministerio, Pettovello fue asistida por el diputado electo Santiago Santurio, asesor parlamentario de Milei, y férreo militante contra la ley de Interrupción Legal del Embarazo. La plataforma (y la propia formación de Pettovello en “familia”) remarca la idea de “proteger al niño desde la concepción”. Por otro lado, en reiteradas oportunidades evidenciaron desde su espacio político la propuesta de “eliminar la obligatoriedad de la ESI en todos los niveles de enseñanza”, con todo lo que ello implica.

Enfant Terrible.

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