
31 de enero
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó que en 2024 habrá una fuerte reducción en el número de permisos para realizar carnavales callejeros, lo que representa un 64% menos de corsos respecto del año pasado. De esta forma, alegaron, se procura disminuir los cortes de tránsito en la ciudad. El ejecutivo informó esta decisión«como parte de su compromiso de reordenar las calles de la Ciudad», informó el ejecutivo comunal.
En el 2023 pasado se llevaron adelante 22 corsos callejeros, por lo que la reducción para este año alcanza al 64%, mientras que, de las 111 jornadas en calle que hubo en 2023, ahora sólo quedarán 60.
En el mismo sentido, en 2023 hubo 47 cortes máximos por noche, mientras que este año se permitirán nada más que 27, y de los 347 cortes totales de calle que hubo en 2023 ahora sólo quedarán 198, es decir un 43 % menos. Además de los ocho corsos que se llevarán a cabo en las calles y avenidas, habrá otros seis que se desarrollarán en diferentes plazas y uno en el Polideportivo Colegiales.
Los corsos de calle del próximo carnaval se harán en los barrios de Boedo, Mataderos, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Saavedra, Villa Crespo, Pompeya y Villa Lugano.
Martin Oliva, o Cachi, es delegado de las agrupaciones artísticas del carnaval porteño, y afirma que si bien se mantuvo el mismo partido político, «cambiaron muchas cosas con respecto a la gestión anterior, cambió la gestión y toda la gente. Este año presentamos 28 propuestas de corsos. Son 28 organizadorxs o asociaciones civiles que se presentan para organizar una fiesta del Carnaval. El gobierno dijo que esas 28 no iban a poder ser y presentaron una contrapropuesta de 15. La respuesta de ellxs es que no quieren cortes de calle. Al principio decían que era por un tema de permisos, nos juntamos y reunimos todos los papeles necesarios. Luego alegaron motivos presupuestarios; finalmente nos dijeron que era porque no querían cortes de calle».
«Nos propusieron llevar los corsos a clubes de barrios o lugares cerrados. Nuestra respuesta es negativa, los cl ubes son incapaces de alojar un corso, una murga de 100 o 150 personas no entra directamente».
Hay una ordenanza, una ley, que dice que hay que garantizar los corsos porque son patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Hay una animosidad particular contra el Carnaval. Además, en este contexto, la reducción de corsos, implica una reducción de muchos puestos de trabajo. Cachi, delegado de agrupaciones artísticas del Carnaval porteño
Cachi relata como fue el transcurso de estos meses y la poca respuesta del gobierno porteño frente a sus demandas: «Pagamos todos los seguros, toda la gestión de la organización, todo lo que había que pagar. En el medio Macri anunció por twitter que reducen los corsos. Esos gastos los cubrimos las murgas, las asociaciones civiles, lxs organizadorxs del carnaval. Es un ninguneo constante, y un atropello hacia la cultura».
Algo con erre.