
28 de enero
Es una novela circular que, como Rayuela de Julio Cortázar, se puede leer en orden cronológico o aleatorio. El kilómetro cero cambia. Una opción es que Javier Milei aceleró el anuncio de las retenciones para apagar el ruido por su discurso extremo en Davos. La otra es que montó su show antiwoke para ocultar que cedió ante el campo y, más que nada, que se activaron los alertas sobre la cuenta dólares.
Casi no importa. Las dos urgencias operan sobre un escenario impreciso: las elecciones intermedias en las que, contra lo que se supone, Milei no tiene, por ahora, capacidad para ordenar los términos y condiciones. Hay tres elementos clave que escapan de su control: si habrá o no PASO, el desdoblamiento de la estratégica elección en la provincia de Buenos Aires y la relación zigzagueante con Mauricio Macri.
“Si la Economía sigue así o mejora un poco como creemos que ocurrirá, los candidatos y el calendario no importan demasiado”, dice a Cenital un operador del mundo Karina Milei. La intervención de Luis Caputo, que suspendió su viaje a Davos, es inquietante: tenía el anuncio en carpeta, pero –por la venta de USD 600 millones de reservas en la primera quincena de enero– apuró la baja de retenciones que además de captar dólares busca aplacar el malestar de un sector que, si bien está más identificado con el PRO, simpatiza –quizá por su anti peronismo ancestral– con La Libertad Avanza (LLA).
La interpretación clásica es que Milei y Caputo admitieron, con esa medida, el atraso cambiario que afecta la rentabilidad del campo. Esta alerta se prendió por el default emblemático de Los Grobo. Pero que, más que esa presión, lo que explica la medida es la necesidad de sumar dólares porque, según Emmanuel Álvarez Agis, la cuenta exportaciones menos importaciones, intereses de deuda y demanda de Contado con Liqui (CCL) da neutra o negativa.
El principio Griguol
“Por eso decimos que el dólar está mal. O el Gobierno devalúa para que se contraigan las importaciones o aguanta con Cepo, la ayuda del FMI y blanqueo hasta que los recursos naturales banquen la parada. Pero eso es algo que, si pasa, será muy lentamente”, plantea el director de la consultora PxQ que marca que el gasto de dólares por apertura de importaciones y turismo barato se hace a cuenta del superávit energético.
Juega con una metáfora en parte futbolera: estamos “violando el Principio Carlos Timoteo Griguol”. El DT de Ferro se preocupaba porque sus jugadores jóvenes que llegaban a Primera no gastasen a cuenta por lo que ganarían en el futuro en, la figura es melancólicamente ochentosa, “comprarse” una coupé. “Con turismo y Amazon, los argentinos nos estamos gastando los dólares que van a traer, en el futuro, Vaca Muerta y el litio. Guarda que por ahí volcamos antes de que eso pase”, abre un interrogante el economista.
El deadline de 15 días para la liquidación refuerza la tesis de que la urgencia por juntar dólares en un verano que proyecta un gasto turístico en el exterior de USD 10 mil millones, que equivale al superávit energético del último tramo del año. En una exposición privada, Diego Bossio usó una analogía que toma, como ironía, lo que el radical Ernesto Sanz dijo sobre la AUH: planteó que el superávit se va por la “canaleta de Floripa”.
¿Cuántos dólares necesita el gobierno de Milei? Según Martín Pollera, de Centro de Estudios Federales (CEFED), la cifra ronda los USD 13.900 millones en un escenario de una economía con crecimiento, aumento de importaciones y sostenimiento de los niveles de exportaciones. Sin la “devaluación fiscal” para el campo, el número trepa a más de USD 15 mil millones. La medida no es tanto por los 3.300 millones que, según Guillermo Michel, faltan liquidar de soja y maíz, sino a futuro por la cosecha de marzo/abril.
En el frente fiscal, Fausto Spotorno, ex integrante del consejo de Asesores de MIlei, no ve tormentas: sostiene que la baja de retenciones implica una pérdida de recaudación del orden del 0,2% del PBI que, proyecta, se cubre con la recuperación económica. No peligra, entonces, el superávit que Milei y Caputo muestran como una medalla. Spotorno hace una diagonal: ¿porqué hasta junio? ¿Subirían las retenciones antes de las elecciones?
Dame voto duro, más duro
Los doce puntos que Milei le sacó a Sergio Massa en el balotaje fue todo voto masculino. Según el análisis forense que hizo Federico Aurelio, de ARESCO, ocho puntos fueron de varones menores de 35 años, y los otros de varones de más de 35 años. El discurso antiwoke, la militancia antifeminismo de Milei, apunta a consolidar el apoyo de esos sectores: un voto extremo que se identifica con el Milei ultra.
El post Davos se retroalimentó con un paquete de “anuncios” antiwoke que diseñó y circuló el laboratorio de Santiago Caputo, que incluyó entre otras medidas la eliminación de la figura de femicidio del Código Penal. Hay un debate jurídico sobre si esa figura, que tiene un valor simbólico importante, se solapa con otras del Código civil, como la que establece como agravante el crimen de un cónyuge o un excónyuge.
Está claro que el planteo de la Casa Rosada no está motorizado por un preciosismo legal respecto a si la figura penal es redundante, sino que apunta a dinamitar el debate público. “Algunas cosas se pueden discutir, pero es probable que ni manden el proyecto. Lo que es más difícil es si se suma derogar la ley del aborto, ahí la discusión va a ser trasversal”, apunta un dirigente del ecosistema Milei. Caputo, preventivo, mandó a decir que ni esa ley ni la de Matrimonio Igualitario están en la agenda.
La consolidación del núcleo duro contempla, como lado B, la hipótesis de un escenario económico no del todo bueno. Al margen de las distracciones, subyace la idea de que no está todo bajo control. Gustavo Córdoba, de Zuban-Córdoba, incorpora un tercer nivel: sostiene que el discurso violento de Davos fue para tapar “la falta de buenos resultados en la negociación con el FMI” y que, en la misma línea de trasmitir control, está la baja parcial de retenciones. “Es un momento de debilidad que nadie quiere ver”, sostiene el consultor.
Los socios del silencio
Va contra la ola del análisis más habitual que, respecto a la opinión pública, muestra a Milei sólido en los niveles de respaldo. Aparece, entonces, la cuestión instrumental. El desdoblamiento de elecciones en la mayoría de las provincias, entre ellas CABA, supone una dificultad objetiva que la Casa Rosada no supo evitar hasta ahora –ni vía Guillermo Francos ni “Lule” Menem, el ministro del Interior “de Karina”–.
Martín Menem, en Diputados, no se atreve todavía a dar certezas sobre la eliminación de las PASO. El peronismo espera un llamado con un mensaje: todo o nada. Es decir, no hay acuerdo posible que incluya primaria pero no Ficha Limpia o algún principio de entendimiento en la cuestión judicial. Francos pasó por el Senado, tuvo la gentileza de avisarle a Victoria Villarruel, casi no habló de los pliegos para la Corte y no pudo decir mucho cuando los senadores le reprocharon el destrato de Milei y sus portavoces virtuales.
Este lunes, Luis Juez anunciará que deja la jefatura del bloque PRO, pero que no abandona la bancada. Villarruel alertó, como contó Cenital, que Karina Milei quiere “intervenir” el Senado y poner a Juez como presidente provisional en lugar de Bartolomé Abdala. El cordobés dice que se cansó de que Mauricio Macri lo opere por atrás, que llame a los senadores y lo pase por arriba. En Casa Rosada no está claro si les conviene o no el salto de Juez por el efecto que pueda tener en los demás senadores del PRO.
Lo mismo ocurre con Diego Santilli, en Diputados. Según los datos que miran en LLA, el partido de Karina, el diputado del PRO mide mejor que José Luis Espert y le serviría al Gobierno para, eventualmente, atraer voto macrista ante una hipotética ruptura con los Macri. Karina avisó que recibe a Santilli, pero sin precondiciones. Los mismos términos que Espert: candidato si, acceso a la lapicera de las listas no.
Antes de partir a EEUU a la jura de Donald Trump, Espert se reunió con Milei. Salió de esa charla con un mensaje. “El candidato vas a ser vos”, contó que le dijo Milei. Quizás lo hizo para calmar a su entorno que escucha, con intensidad, que Karina duda de la conveniencia de darle el primer lugar de la boleta al economista porque es convertirlo anticipadamente en candidato a gobernador para el 2027. Espert se mueve, entonces, con la certeza del apoyo del presidente y con la convicción de que Karina ejecuta una acción puntual de “cooptar” figuras del PRO, como Santilli, sobre una regla general: los Milei van a diezmar a Macri hasta llevarlo a una negociación perdidosa o, directamente, lo soltarán cuando el precio del PRO sea ínfimo.
Otro dirigente aparece en el radar: Néstor Grindetti, hasta diciembre jefe de Gabinete en la ciudad de Buenos Aires, es mencionado en Casa Rosada como una posible incorporación al gabinete nacional similar a la que hace semanas hizo Diego Kravetz, muy vinculado a Grindetti por la gestión en el municipio de Lanús. Parece haber, al respecto, matices dentro de LLA: una biblioteca aplica la lógica Kravez, de sumar ajenos y mostrar la crisis del PRO, pero otra cree que sumar a Grindetti no aporta demasiado aunque sería un golpe para los Macri.
Grindetti tuvo, durante décadas, una estrechísima relación personal con Mauricio que se deterioró en el último tiempo durante el llamado “mauricismo”, que en el gobierno porteño expresan Fernando De Andreis y Gabriel Sánchez Zinny –que lo sucedió en la jefatura– y que jugó a desgajarlo y correrlo. Parece un hecho que Grindetti no seguirá en la gestión de CABA para dedicarse a ser presidente de Independiente full time. Quizás una pausa antes del destino final.
Incomoda la osadía de Jorge Macri: no solo empuja el desdoblamiento de la elección porteña, sino que cometió la herejía de contratar al consultor Antoni Gutiérrez Rubí, alguna vez asesor de Cristina Kirchner y durante años estratega de Sergio Massa. Milei puso la lupa sobre Rubí, fan del perfil bajísimo. Al margen de cierta bronca acumulada, porque le atribuye la campaña “sucia” del 2023, es una manera de castigar al jefe de Gobierno porteño.
Candidatos outlet
Hay otra variante y no depende de Milei ni de LLA. Al menos no enteramente. En una lista imaginaria de voluntades, Axel Kicillof escucha más voces que le dicen que desdoble la elección bonaerense que las que le sugieren que no –entre estas aparece una, la de Cristina Kirchner, que aunque es una sola, es muy potente–. En La Plata juzgan de poco profundo el argumento de CFK respecto a que si se desdobla, la campaña será sobre los temas bonaerenses, en particular la inseguridad.
“Eso igual va a pasar, porque siempre pasó. ¿No se acuerdan del crimen de Ramos Mejía en 2021 o el de Morena, en Lanús, en 2023?”, observan en el primer anillo del gobernador donde anotan pedidos, cada vez más intensos, para analizar el desdoblamiento, algo que se incrementó cuando Jorge Macri anunció el adelantamiento electoral en CABA. Este viernes se sumó la UCR bonaerense: Miguel Fernández, flamante presidente del Comité Provincia, pidió separarlas. “Va a llegar el momento que de una buena vez se discuta en la provincia de Buenos Aires el desdoblamiento de las elecciones para poder discutir la provincia y no a través de los problemas de la Nación, evitar la discusión de lo que nos aqueja diariamente. Hay que blanquear en algún momento el desdoblamiento electoral”, dijo en un acto en Mar del Plata.
Fernández forma parte del espacio de Maximiliano Abad, senador nacional, sector de la UCR cercano a Milei que propone un “frente de frentes” contra Kicillof, plan que Karina Milei desecha con un argumento lineal: el sello electoral libertario será LLA y los que se quieran sumar, lo pueden hacer. “¿Cuánto vale la UCR dividida, sin candidato y con Facundo Manes jugando por afuera? 4 puntos”, calcula un libertario que mide, además, que el peronismo no K, que la Casa Rosada incentiva, puede andar por el mismo número. La duda es a quién le “sacan” votos esas ofertas.
Es una demanda genérica de los jefes territoriales porque ven algo obvio: sin la marca Milei arriba, les conviene pelear contra candidatos “outlet” de LLA que, en teoría, sueltos tienen menos impacto que en una votación conjunta aunque no haya, a partir de la instrumentación de la boleta única, arrastre mecánico de los candidatos nacionales.
¿Alguien quiere eliminar las PASO?
Hay algo interesante: en teoría, ni la BUP ni la eliminación de las PASO le convienen a los libertarios. Por un lado, desaparece la tracción de la marca nacional que daba la boleta sábana. Por otro, sin primarias, se acota la polarización que La Casa Rosada quiere profundizar con el peronismo K. Lo primero ya se hizo, incluso contra advertencias de LLA territorial. Lo segundo todavía no y, quizás, los Menem hagan el ritual de empujar la eliminación de las PASO y rechacen la contrapropuesta de “suspender” con el único objetivo de mantenerlas en pie.
Desde el PRO y la UCR ya le avisaron: apoyan que no haya PASO en la legislativa, pero es demasiado arriesgado sacar esa herramienta que podría ser útil, como lo fue en 2023, para ordenar el ecosistema político.
La lista de Axel
Kicillof sabe que CFK no quiere desdoblar pero él, avisa, no tiene una posición definida. Anota pedidos que pone en pausa hasta que se defina la eliminación/suspensión de las PASO a nivel nacional. Si eso no ocurre, todo desdoblamiento se desactiva porque hay una ley provincial, que impulsó Néstor Kirchner en el 2010, que “ata” la fecha de la primaria bonaerense a las PASO nacionales. Si caen, la discusión adquiere otra velocidad.
Alejo Ramos Padilla planteó que desdoblar es el peor escenario. Desde el gobierno provincial le responden que el peor escenario para los votantes es la votación concurrente, con dos sistemas distintos, dos mesas y dos urnas. “Esa elección va a ser un desastre total. Vamos a tener cola en las escuelas hasta las 12 de la noche”, avisan en La Plata y hacen cálculos de las necesidades operativas. Carlos Bianco ya sondeó a Francos si puede disponer de personal de fuerzas federales y del comando electoral porque necesitaría 40 mil efectivos –la policía Bonaerense tiene 90 mil– para el proceso electoral. “No queremos sacar gente de la seguridad ciudadana para cuidar urnas”, dicen.
Lo que no hay es conversación ni tampoco gestualidades. Sergio Massa escucha y habla con Kicillof, con Cristina y con Máximo Kirchner, una tarea de celestino difícil porque las diferencias no parecen ser por falta de diálogo sino por falta de coincidencias. Bianco propuso en estas horas armar un “frente para defender” la provincia, idea que tiene dos planos: uno para unir al peronismo y otro para buscar aliados afuera del peronismo. Ninguna de las dos pautas parece estar madura para concretarse.
Juan Grabois hizo un planteo similar y habló de convocar a otros sectores y actores. Subyace una cuestión puntual: en 2023, la unidad del peronismo no alcanzó para ganar la elección lo que permite proyectar que sería, en 2025, igual de insuficiente. Si la unidad no alcanza para ganar, quizá sirva para resolver las diferencias internas y fijar un nuevo esquema de poder.
Cenital.