
20 de diciembre
La incorporación de 100.000 nuevos monotributistas al mundo del trabajo explicó que la tasa de desempleo baje 0,5 puntos en el tercer trimestre del año, al 6,9%, según el INDEC. El dato de desocupación contrasta con la tasa del 5,7% de hace un año. Aproximadamente 1,6 millones de personas que buscan trabajo no lo consiguen.
De la información oficial surge que la mejora en la tasa de desempleo contra la medición del segundo trimestre se dio a pesar de que no varió la cantidad de trabajadores asalariados, tanto registrados como no registrados. En términos absolutos, los trabajadores formales e informales siguen siendo unos 15,3 millones. Sin embargo, hay 100.000 desocupados menos. Y, en paralelo, los trabajadores “independientes” aumentaron en igual cantidad. Tampoco hubo grandes cambios en la tasa de actividad (personas que tienen trabajo o lo buscan).
Los analistas esperaban cierto estancamiento en la situación laboral, luego de que el desempleo escalara a 7,7% en el primer trimestre y se mantuviera en 7,6% en el segundo. Son datos que contrastan con la situación de 2023, que terminó con una tasa de desocupación del 5,7% para los dos últimos cuartos.
La información sobre empleo registrado disponible hasta la publicación del informe del INDEC mostraba una tenue recuperación de los indicadores entre julio y septiembre inclusive. El trabajo privado asalariado formal creció 0,2% mensual en agosto, 0,1% en septiembre y 0,2% en octubre, según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Pero la variación intertrimestral volvió a ser levemente negativa, posiblemente por algún efecto arrastre. El empleo formal asalariado privado cayó 0,1% en el tercer trimestre y se redujo 2,7% interanual. Entre el segundo y el tercer trimestre se destruyeron 8233 puestos de este tipo.
Según los datos oficiales, desde el inicio del gobierno de Javier Milei y hasta septiembre inclusive, el empleo privado asalariado registrado cayó en 129.780 puestos y el empleo público se redujo en 38.609 lugares. También hubo destrucción de 14.285 trabajos registrados en casas particulares. En cambio, la cantidad de monotributistas aumentó en 140.325 unidades.
La situación se complejiza hacia dentro del mundo laboral. En un año, la tasa de empleo informal creció un punto porcentual, hasta 36,7%. Además, la ocupación demandante (es decir, las personas que tienen trabajo pero buscan más) viene en aumento. En el tercer trimestre, trepó desde 16 a 17,6%, según los datos del INDEC. Los subocupados demandantes de empleo aumentaron en un año desde el 6,8% hasta 8,1%.
“La caída de los salarios reales puede generar una sensación de subempleo. Todos sentimos que queremos trabajar más, pero en realidad es porque el salario por hora trabajada es bajo”, dijo Florencia Fiorentin, economista jefe de Epyca consultores. “En estos tiempos, es más fácil trabajar más horas complementarias (con Uber, Rappi, etcétera) que tener aumentos de sueldo”, añadió.
El monotributismo que explicó la baja del desempleo no para de crecer. Según los datos que relevó Luis Campos, investigador del instituto de Formación de la CTA Autónoma, el 21% de los ocupados registrados a septiembre era monotributista. En 2012, representaban el 14% de la masa de empleo formal. La tasa de informalidad se mantuvo entre 35 y 40% en todo el periodo.
Hacia adelante, la situación debería mejorar, según las expectativas que difundió la Secretaría de Trabajo. Los datos preliminares de octubre dan cuenta de que la recuperación de empleo habría continuado. Pero un informe de Manpower le pone paños fríos al entusiasmo.
Según esta firma, la expectativa de empleo (es decir, la diferencia entre los empleadores que dicen que contratarán personal, que mantendrán plantillas o que despedirán) es de -1% para el primer trimestre de 2025. Es una caída de cuatro puntos porcentuales respecto de la medición anterior, orientada al mercado del tramo final de 2024. Es el dato más bajo que midió Manpower a nivel global.
En principio, el abanico de reformas laborales que inició el Gobierno y que busca continuar no significó ningún boom. Si el Ejecutivo esperaba que los empleadores comenzaran a blanquear trabajadores, los dos primeros meses de blanqueo significaron el registro de apenas 2033 empleos que antes estaban en la informalidad.
Con la cristalización del monotributismo (un trabajador independiente puede tener hasta tres a cargo) y la eliminación de las multas por empleo informal, parece haber otras herramientas para subirse a la recuperación de la actividad económica, todavía tenue y heterogénea.
Cenital.