
6 de noviembre
Fue la tercer movilización en Buenos Aires, tras el inició de los bombardeos luego del 7 de octubre, peor la mas masiva. Pero los motivos de la convocatoria no se reducen a lo ocurrido recientemente sino a mas de 75 años de sufrimiento desde lo que fue la Nakba en los años 47 y 48. Desde entonces miles de familias fueron desalojadas de sus casas por colonos israelíes y se les impuso un régimen de apartheid donde son degradados y condenados a vivir como «ciudadanos de segunda» en su propia tierra. Cada mes de este año, decenas de fotos de jóvenes palestinos son publicadas por medios árabes, son rostros de jóvenes fueron asesinados por el Estado de Israel o por colonos sionistas armados por el propio gobierno, ya sea en Cisjordania o en Jerusalén Este.
Este año hubo un bombardeo al campamento de refugiados en Jenin, en la Cisjordania, que no tuvo la difusión pertinente en los medios hegemónicos. Este fue uno de los numerosos ataques que sufrió el pueblo palestino, acompañado del hostigamiento diario hacia cada habitante.
«Acá no hay dos iguales, acá hay un ocupado y un ocupante. Acá hay una víctima y un victimario, y las víctimas somos los palestinos», expresó Tilda Rabi, conversando con este medio, una vez leído el documento consensuado. «Nuestro pueblo está hoy sufriendo la masacre mas profunda que se ha dado después del holocausto. Hoy el holocausto es palestino. Que se dejen de joder, son los nuevos nazis», concluyó refiriéndose al Estado de Israel.
La participación de integrantes de la comunidad judía fue también muy importante para desarticular el falso relato que confunde judaísmo con sionismo. «No en nuestro nombre» es la consigna que gran cantidad de judías y judíos repiten, no solo en esta movilización sino en todo el mundo. Resulta también destacable por el fuerte hostigamiento y amenazas que se desarrollan acá en Argentina dentro de la comunidad cada vez que hay una voz crítica hacia el Estado de Israel.
El ataque a quienes se manifiestan críticamente contra Israel es una moneda recurrente, mientras los medios hegemónicos realizan una cobertura parcial criminalizando, no solo a los pueblos árabes, sino a quien se pronuncia críticamente. Un caso es el del obrero metalúrgico Cristian Díaz, quien se encuentra en prisión desde hace 4 meses por haber posteado en Facebook su rechazo a las políticas de Israel. Así lo señaló Laura Marrone, docente y ex legisladora porteña por el Frente de Izquierda.
Las tres figuras que sintetizaron el consenso en una convocatoria, que contó con mas de 300 adhesiones de todo tipo, fueron Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas, Tilda Rabi.
Previo a la lectura del documento, se leyeron conmovedores poemas dedicados al pueblo palestino. Los mismos expresaron la angustia, el dolor, pero también el empoderamiento moral y el amor a la vida del pueblo palestino, con referencias a su tierra, su cultura, su comida y, ante todo, sus sentimientos.
A continuación compartimos el documento leído, que fue consensuado por todas las agrupaciones convocantes . El miso fue leído por Adolfo Pérez Esquivel y Tilda Rabi a las 17:30hs como había sido anunciado en la convocatoria, frente a una multitud que se hizo presente.
ALTO AL GENOCIDIO DE LAS NIÑECES Y DEL PUEBLO PALESTINO
Es inaudita la cantidad de niños, niñas y bebés que están siendo asesinados día a día por los indiscriminados bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza. Un niño o niña de Palestina es asesinado cada 10 minutos por Israel.
Es la continuación de un proyecto de limpieza étnica que ya lleva más de 75 años, implantado de manera impiadosa por el Estado de Israel. Es la forma más cruel de intimidar al pueblo palestino para cumplir con una de las premisas fundamentales del proyecto sionista: conquistar la mayor cantidad de territorio posible, dejando la menor cantidad posible de habitantes originarios.
Es la forma de decir a los padres: Váyanse, este es el futuro que aquí les espera. Es lo que a diario también acontece en la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental, atacar a la niñez, encarcelarla, agobiarla y hacerle imposible la normalidad en su vida cotidiana.
Y todo esto, al amparo, complacencia y complicidad de una comunidad internacional que creó el problema, pero que ha sido incapaz de resolverlo por la subordinación incondicional a las políticas diseñadas por el imperialismo en Medio Oriente.
BASTA DE BOMBARDEOS, INVASIÓN Y BLOQUEOS
Resulta inconcebible que se permita a Israel llevar a cabo una acción de bombardeos indiscriminados contra la población civil en Gaza, a vista y paciencia de la civilizada Europa, de los Estados Unidos y de las potencias occidentales. La demolición por bombas de edificio habitados, de centros de salud, de infraestructuras esenciales, el asesinato de voluntarios y personal de la ONU, la destrucción por medios militares de mezquitas, iglesias y escuelas donde se refugian personas inocentes y desarmadas, son la demostración más clara que Israel no respeta ni siquiera las leyes de la guerra. Arrojar fósforo blanco sobre población civil es un crimen de guerra.
Es urgente exigir el pleno restablecimiento de las comunicaciones en Gaza, porque la falta de medios de conexión vía electrónica o Internet, ha sido anulada por Israel dejando al mundo en la oscuridad de no poder acceder a información fidedigna, asesinando a periodistas y negando a las organizaciones humanitarias presentes en Gaza poder canalizar la ayuda a los habitantes de ese territorio palestino.
Pero Israel sabe que no será condenada ni sometido a medidas coercitivas para detener su acción criminal. Goza de la debida inmunidad e impunidad que le otorga el derecho a veto de EEUU, Gran Bretaña y Francia en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que en la práctica se traduce en un verdadero cheque en blanco para seguir cometiendo atrocidades.
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO
Por todo esto, es que se hace imprescindible la solidaridad con el pueblo palestino, al que Israel quiere transformar en el victimario para permanecer en su papel de víctima.
Son impresionantes las imágenes que nos llegan de todo el mundo con gigantescas manifestaciones de solidaridad con Palestina y de denuncia de la criminalidad Israelí contra la Franja de Gaza.
Incluso, vemos con satisfacción las manifestaciones de judíos que levantan la consigna de “No en nuestro nombre”, porque entienden que el sionismo también es su enemigo y no se sienten en absoluto representados por las políticas genocidas del Estado de Israel.
La solidaridad es urgente. Sigamos convocando a manifestarse. No solo hasta que finalicen los bombardeos y las acciones criminales de Israel contra la Franja de Gaza, sino, hasta que se haga justicia con Palestina y se le reconozca el derecho a construir un estado libre y soberano, el derecho al retorno de los desplazados, con capital en Jerusalén.
ANRed.