Territorio

Ecología Social. Argentina: La Córdoba de “Nerón” Schiaretti

13 de octubre

Cuando se dice que todo fuego es político, lo es porque es política la intención de quien lo inicia (hacer desaparecer el “monte” con distintos fines, por lo general económicos). Es política no trabajar en prevención (algo que en Córdoba no se hace desde hace décadas), es política cuando se decide o no invertir en el control (se hace poco, sino los incendiarios no la tendrían tan fácil). Es política cuando no se hace todo lo posible para la detección temprana (algo se avanzó, pero se podría mejorar mucho mas con las tecnologías e información científica disponibles), y es política cuando se decide o no hacer un control temprano del primer foco de incendio (que permite reducir en más de un 90% el riesgo de que se expanda).

Hay quienes se enojan con las críticas al sistema provincial del fuego porque piensan que se está criticando a los bomberos. Nada más lejos de ello. Los bomberos y los pilotos que manejan los aviones hidrantes hacen una tarea loable, que tendremos que agradecer siempre. Pero no actúan de manera independiente, reciben órdenes, hay funcionarios que les dicen cuando, dónde y como pueden o no salir a controlar un incendio, y hasta hace no mucho tiempo el funcionario que daba esas órdenes hoy está procesado por un gravísimo delito. Es decir, que si no comprendemos que el bombero es solamente un parche para sanar esta terrible herida que nos dejan los incendios, y que lo que realmente requerimos es una política integral y concreta de prevención y control temprano de los incendios, bastará con que “alguien” de arriba de la orden equivocada para que el fuego se vaya de las manos, y terminemos todos/as pelándonos entre nosotros sin darnos cuenta quienes son los verdaderos responsables.

Párrafo aparte merece lo que viene después del fuego: nadie de los que dan las órdenes de quemar van presos, hay presión para que avancen los loteos donde hubo incendios, y el mismo Estado que se hace el desentendido para cumplir una ley que lo prohíbe. Y mientras tanto los municipios se lavan las manos argumentando que no es un tema de ellos. Lo que no dicen es que sí es su potestad hacer un ordenamiento territorial que prohíba las urbanizaciones en las zonas rojas y amarillas dentro de sus ejidos (lo que además podrían acompañar con la creación de Reservas y controles permanentes). Verían como si eso se hiciera “mágicamente” la cantidad de focos de incendios en las sierras disminuiría. Está absolutamente probada la relación entre el avance de las urbanizaciones en las sierras (no importa si son barrios cerrados o cabañas aisladas) con la frecuencia de incendios. Es decir, mas avanzamos sobre lo poco que queda de bosque nativo, mas incendios se producen. Y la pregunta sigue siendo, ¿quienes deberían evitar que eso pase?, ¿quiénes por acción u omisión permitan que se sigan violando la ley de bosques?

La verdad nos cansamos de repetir estas cosas, como cuando decíamos que si continuaban perdiéndose bosque nativo en las sierras tendríamos problemas con el agua o habría inundaciones catastróficas. Uno no quiere predecir cosas malas, solo ayudar a la prevención. El tema es que debemos seguir haciéndolo porque en toda la estructura de poder institucional y la mayoría de los medios de comunicación se omite y niega el factor político detrás de estas tragedias. Y hasta que no lo hagamos carne y le mordamos los talones a esos políticos y funcionarios que están detrás de todo eso, nada va a cambiar, las inundaciones, las sequías y los incendios van a seguir.

Tramas.

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