Argentina. Gauchito Gil, santo del pueblo

Este día conmemoramos al santo del pueblo, Gauchito Gil, un santo cuyos altares se extienden por todo el territorio argentino, signo de la devoción de miles en todos los rincones del país.

Conocido como Gauchito Gil, Antonio Mamerto Gil Nuñez fue un peón rural que vivió los horrores de la mal llamada Guerra de la Triple Alianza, un episodio bélico que no dejó más que muertes de hermanos por hermanos en la década de 1860. Bajo el mandato del dios guaraní Ñandeyara de no derramar la sangre de sus semejantes, desertó del Ejército, convirtiéndose en justiciero, robando a los ricos en favor de sus compañeros peones rurales correntinos.

Éstas y tantas otras acciones le valieron la pena de muerte, de la cual el pueblo que lo protegió no pudo salvarlo: fue capturado por la policía incluso cuando los soldados de origen popular, conocedores del Gauchito y sus andanzas se negaban a hacerlo. Finalmente fue degollado por un coronel, en contra de su voluntad, no sin antes recibir del Gauchito Gil las palabras: «Con la sangre de un inocente se curará a otro inocente».

Cuenta la historia que su sangre fue absorbida de un sorbo por la tierra que lo recibió. Fue entonces que el coronel, al llegar a su casa, encontró a su hijo moribundo e inmediatamente lo llevó al lugar donde habían enterrado el cuerpo, juntó la tierra aún húmeda y se la untó a su hijo, salvándolo milagrosamente.

Desde emtonces en cada uno de los altares que traspasaron el territorio correntino, recibe peticiones de milagros y favores de todo tipo, sobre todo del pueblo más vulnerado: salud, comida, vivienda, trabajo, acompañada cada petición por tabaco o alguna bebida que se sabe agradará al Gauchito.

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