Noticias | julio 11, 2020

Qué nos revela esta pandemia: propuestas LGBT+ para otros mundos posibles


La expresión “dejar en evidencia” ya se convirtió en un lugar común al hablar de la pandemia. El coronavirus y las cuarentenas revelaron situaciones y/o condiciones que ya existían, pero también profundizaron un estado de las cosas. Y en general esas cosas no eran felices. Desigualdades sociales; discriminación por razones de géneros: racismo; etnia o diversidad sexual. El mundo como un lugar injusto para la mayoría: pactos sociales y domésticos basados en la hetero-cis-norma; el abandono de quienes quedan por fuera del sistema. Pero también emergieron respuestas solidarias, redes activistas y propuestas para mundos posibles después de la pandemia. Con eso en mente Presentes entrevistó a siete activistas y artistas LGBT+ de Perú, Argentina, Chile, México, El Salvador, Honduras y Paraguay y les preguntó:

1) ​Qué te reveló el coronavirus/la cuarentena?​

2) Cómo podríamos mejorar la vida post-coronavirus. Esto respondieron.

ARGENTINA
La potencia de encontrarnos
Gabriela Borrelli, escritora y periodista, pasa su cuarentena trabajando mucho desde su casa en la Ciudad de Buenos Aires, donde vive con su gata Nilda. “Al principio fue difícil, porque como dice Pessoa, no es lo mismo el campo para los que son amados que para los que no lo son”. Por estos días la novia de Gabriela está en Estados Unidos, iba a volver en marzo. “Posiblemente vuelva esta semana pero pasé la cuarentena sola”.

“El coronavirus tiene varias dimensiones para pensarlo en términos del cuerpo. Y de lo que es la enfermedad, o lo que consideramos enfermo. Las disidencias sentimos desconfianza a la enfermedad como categoría, sabemos las metáforas que trae porque el diccionario médico hasta hace muy poco nos trató como enfermxs”. Yo como gorda también ya soy una enferma para la medicina.

-¿​Qué te reveló el coronavirus/la cuarentena?​

–La cuarentena me revela algunas cosas por su ausencia: la potencia de encontrarnos, la fuerza de la calle. Y me revela las familias que armamos, familias callejeras. Las familias disidentes no son orgánicas. A veces vivimos mitad acá, mitad allá. Y la cuarentena reveló mucho más cómo los recaudos que se toman para cuidar la salud de todos son recortes que no incluyen a todes. Los cuidados son heteronórmicos. Las compas trans que viven al día y en hoteles quedan afuera, junto con las formas de vida que no responden a tener un sueldo mensual, o a estar en un mercado laboral. En ese cuidémonos entre todes, hay un todes que queda afuera.

La propuesta de mejorar la vida poscoronavirus es la misma que teníamos antes: que la vida sea otra. Romper la estructura heteronórmica que condena nuestras vidas a una sola forma de familia y a una sola forma de medicina para estar protegides. Seguir rompiendo los esquemas que dan base a la sociedad y se revelaron. Se dijo que el capitalismo estaba desnudo con esta pandemia. Y las bases heteronormativas familiares también quedaron al desnudo.

CHILE
Shane Cienfuegos es activista y trabajadore social, especializade en estudios de género, cultura y desarrollo sostenible. Fundó el colectivo Neutres, un grupo no separatista donde identidades no binarias, binarias e inclasificables comparten, debaten y promueven talleres y capacitaciones desde una perspectiva de género y derechos humanos.

Cuando estalló la crisis de la Covid-19 y se vio obligade a permanecer en confinamiento, se puso a pensar en cómo podía aportar y aprovechar el tiempo, apelando a las plataformas digitales. Entonces creó Radio Lgbtera, un podcast que transmite por Facebook y en el que aborda temas de la diversidad en la región, con la ayuda de voces activistas de países vecinos.

-¿​Qué te reveló el coronavirus/la cuarentena?​

-La pandemia del Covid-19 ha puesto en tensión la agenda de cuidado que el Estado de Chile tiene para sus ciudadanos, ciudadanas y ciudadanes. La pandemia también evidencia la crisis en la estructura política y económica, la cual no da respuesta satisfactoria a la ciudadanía de forma coherente a las necesidades de la población que reside en Chile. Según la última encuesta Cadem, el 76% de la población está endeudada y no alcanza a pagar el total de sus deudas; por eso caen en nuevos préstamos. En este punto hace falta destacar que el gobierno facultó a las empresas a realizar despidos masivos con el objetivo de que no quebraran, al aprobar la ley de “Protección del Empleo”, que las empresas están usando a su favor.

Huertas comunitarias y generadores de agua
-¿Se te ocurre alguna propuesta para mejorar la vida poscoronavirus?

-Si pensamos en la sostenibilidad de la vida, y considerando que no hay políticas públicas que beneficien a todas las personas LGBTI en el plano actual chileno, es necesario pensar en soluciones para el abordaje psicológico, porque el trauma que esta pandemia traerá no es menor, y además es algo que ya viene arrastrándose desde el estallido social ocurrido en octubre del año pasado. Es necesario abordar esas dolencias y cicatrices que van a quedar en la piel, en los cuerpos y en la psiquis de todas las personas que sobrevivan a este proceso, y eso tiene que abordarse a través de una estrategia nacional .La escasez de comida y la dificultad para adquirirla es un problema que vimos manifestado en el marco del Covid-19. Diseñar estrategias nacionales para crear huertas al interior de las comunidades y para satisfacer las necesidades de una mejor manera puede ser una solución a esto. La hidroponía como conocimiento milenario nos hace pensar que la riqueza es sostenible y sustentable en términos prácticos y no estéticos, como lo plasman varias agencias internacionales de desarrollo que son financiadas por las mismas empresas que destruyen el planeta. Y ya que hay tantas arcas financieras a nivel nacional, pienso que podrían distribuirse en poder financiar generadores de agua atmosférica, porque el agua como recurso natural ya se nos está acabando.

También deberíamos propiciar espacios de debate políticos sin censura y que estos indaguen y propongan soluciones interseccionales, financiadas sin licitaciones que fomenten el capitalismo competitivo que se ve hoy en los diferentes programas propiciados a nivel de gobierno.

PARAGUAY
Yren Rotela es activista por los derechos de las personas trans y miembrx de la asociación Panambí, que representa a personas transgénero, transexuales y travestis en el país. También coordina el centro comunitario de formación y albergue transitorio Casa Diversa que estaba a punto de lanzar el primer año escolar para personas LGBT antes de que inicie la cuarentena. La ausencia del Estado obligó a que Yren, junto con sus compañeras de Casa Diversa, autogestionen la realización de kits alimentarios y prepararon ollas populares para personas trans en emergencia alimentaria. Ese espacio que fluye y se reinventa constantemente va acomodándose de acuerdo a las necesidades del día a día. Pasó de ser un refugio a una escuela y ahora ofrecen un programa de variedades desde la Fanpage de Facebook con contenidos de entretenimiento, memoria y denuncia.

-¿​Qué te reveló el coronavirus/la cuarentena?​

-Me reveló lo desprotegidas que estamos las personas trans. Nuestro sistema sanitario es deficitario y se puso en evidencia la desigualdad y la corrupción. Realmente también el daño que pudimos haber hecho como seres humanos al medio ambiente, el daño psicológico a otras personas. Tiene que haber todo un cambio para que se revierta.

Casa y Escuela diversa
-¿Se te ocurre alguna propuesta para mejorar la vida poscoronavirus?

-La igualdad. Trabajar mucho en ese tema lo político, que tiene que ver con la predisposición de recursos. Tiene que haber una reforma completa. Tenemos que ver cómo ocupar espacios, ya sean espacios públicos, estudiar, formarse, capacitarse para llegar a lugares de toma de decisiones. La escuela de Casa Diversa es lo más urgente, de alguna manera, estamos direccionando todo para hacer los cursos de manera virtual. Estamos viendo cómo ocuparnos, contar con una computadora, que esa computadora se conecte por un televisor y podamos hacerlo de esa manera. O quizás, las personas que nos iban a enseñar que hagan videos cortos enseñándonos y nosotros proyectarlo por computadora, infocus o televisión y ahí ir agarrando las primeras clases.

PERU
Manuel Siccha es activista lgtbiQ+ y regidor de Lima. Desde que empezó el confinamiento ha buscado garantizar la seguridad alimentaria de decenas de mujeres trans que viven en las viejas casonas del Cercado de Lima, a través de campañas de donación para comprar víveres y poder hacer ollas comunes. Desde el primer día de cuarentena no ha dejado de estar con ellas acompañándolas en sus compras, contando el dinero que va llegando y comiendo lo que preparan. La mayoría de ellas sobrevivía con el trabajo sexual. Ahora las redes solidarias que gestiona Manuel son cruciales para su subsistencia.-¿Qué te reveló la cuarentena?

-Entre las muchas cosas que nos ha revelado esta cuarentena forzosa quiero resaltar dos acciones que surgieron en este escenario: la primera, relacionada a la cuarentena en sí, fue la articulación de organizaciones LGBTI y activistas independientes que, al minuto de la declaratoria de emergencia nacional sanitaria por el Presidente de la República, nos comunicamos coincidiendo de manera unánime en que el impacto iba a ser mayor en la población de personas trans. Se gestaron entonces una serie de campañas de ayuda y asistencia dirigidos a esa población de parte de la sociedad civil ante el pronóstico inminente – luego realidad- de que el Estado no las iba a considerar dentro del público vulnerable al cual acudir/asistir. Dicha campaña evidenció que no solo la solidaridad estaba vigente, sino también el trabajo comunitario y territorial, que hacía tiempo no se veía.

La segunda, relacionada a las medidas restrictivas por género que aplicó el Gobierno, que evidenció, una vez más, que cuando no se ponen las cosas por su nombre ni se ha hecho escuela de ello, es difícil y complejo identificar la doble discriminación que se ejerce contra las personas trans. De un lado, un gobierno que a través de sus autoridades, presidente, ministro del Interior, ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, ministro de Defensa, saliendo en sendas entrevistas aclarando y dando directrices de que dichas medidas restrictivas de salidas respetarán la expresión de género, demostró que siguen dando intentos de querer respetar la identidad de género y a la comunidad LGBTI, aunque aún no se sepan cómo hacerlo. Por otro lado, personal policial, Ejército, la Marina y personal de seguridad de establecimientos privados deteniendo a personas trans en las calles, impidiéndoles el tránsito, la entrada a los mercados, toda una serie de eventos que, a su vez, demostraron que en todo momento las personas trans empoderadas estaban dispuestas a no soportar, ellas grabaron los hechos, lo denunciaron y lo visibilizaron. Un empoderamiento trans que hacía muchos años no se veía en colectivo. Era impresionante escucharlas decir: “El presidente dice que me respetes”, “el presidente ha señalado que no nos van a pedir DNI”, etc.

“La vida de las personas trans ha sido así: con y sin Covid-19”
– Se te ocurre alguna propuesta para mejorar la vida poscoronavirus

-Estoy convencida de que todo va a cambiar, esta nueva normalidad plantea desafíos colectivos y esto es lo que me llevo de la pandemia. Qué duda cabe que el poscoronavirus va a ser aleccionador sobre la vida en solitario y en colectivo que hemos llevado. Durante esta cuarentena hemos dicho incesantemente desde el activismo: la vida de las personas trans ha sido así con y sin Covid-19. Una forma de mejorarle la vida a las personas trans parte del colectivo LGBTI es reconocerles ciudadanía por parte de Estados como el peruano; pero, además, apostar porque ellas, como otras poblaciones vulnerables, reciban el apoyo para lograr que esa salida de la pandemia sea superada de manera real y no quedemos como una sociedad que cree vivir pospandemia, haber superado la crisis de salud, alimentaria y de vivienda, mientras que al lado siguen los olvidados, los invisibilizados, detenidos como un lunes 16 de marzo.

EL SALVADOR

Bianka Rodríguez, activista trans y directora ejecutiva de la organización Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans – COMCAVIS TRANS. Bianka fue ganadora regional para las Américas del premio Nansen para los refugiados 2019.

-¿Qué te reveló el coronavirus o la cuarentena?

-Durante la cuarentena hemos identificado dos elementos importantes: el primero es que en la mayoría de los países incluyendo a El Salvador siguen existiendo desigualdades abismales que colocan en situación de desventaja a diversos grupos en situación de vulnerabilidad y que hoy en días se les está posicionando en una tercera categoría a la hora de acceder a servicios y asistencias públicas. Asimismo, aun en cuarenta la violencia y discriminación hacia las personas LGBTI ha aumentado exponiéndoles a graves violaciones de DDHH y a un posible contagio, aunado a la inexistencia de datos estadísticos de personas LGBTI infectadas por el COVID-19 que refleja la cisnormatividad que existe en los sistemas de salud y en los Estados.

La pandemia del COVID -19 tras su paso en la región dejará más pobreza, hambre, desempleo y el desde luego más violencia y las personas LGBTI no están exentas de estas problemáticas. Pero no todo es desalentador: el segundo elemento y no menos importante es cómo diversos grupos de la sociedad civil se han levantado y unido para hacer un trabajo increíble en la respuesta al COVID -19 sobre todo, mitigando riesgos, brindando apoyos económicos y asistencia humanitaria. Quiero recalcar el aporte significativo que han tenido las personas defensoras de derechos humanos y que en tiempo de crisis somos quienes estamos en pie de lucha por defender y proteger la dignidad humana y el valor de sus derechos humanos.

¿Se te ocurre alguna propuesta para mejorar la vida post- coronavirus?

Después de la crisis debemos apostarle a subsanar los vacíos a existentes en las políticas y legislaciones de los Estados, y que estos cambios conllevan a efectuar un trabajo de mitigación y superación de las brechas de desigualdad así como a diversas problemáticas como el de la violencia, la pobreza, acceso a educación y el acceso a un empleo digno.

Las personas LGBTI aportan día con día para la construcción de una vida justa e igualitaria después de la pandemia será el momento de avanzar no hay que perder la oportunidad.

HONDURAS
Ambiente, identidad indígena y disidencias
Gaspar Sánchez es un un activista por los derechos humanos. Empezó a militar junto a Berta Cáceres, la líder social hondureña asesinada en 2016. Ella lo animó a vivir con libertad su orientación sexual. A los 27 años, Gaspar hace ondear la bandera del arco iris y la Wiphala de los pueblos originarios. Es uno de los jóvenes lencas que mantiene vivo el legado: la lucha por el ambiente, la identidad indígena y la diversidad sexual. Muchos expertos científicos han relacionado la pandemia del coronavirus con la destrucción de la biósfera.

–¿Qué te reveló el coronavirus o la cuarentena?

-Frente a la pandemia primero hay que recordar lo sucedido antes, como por ejemplo: los incendios forestales del Amazonas y en Australia, los que emitieron 79 megatoneladas de dióxido de carbono. Esto podría agravar el calentamiento global en las próximas décadas. Los países industrializados que más contaminan son: China y Estados Unidos, las dos grandes potencias. El capitalismo necesita de las crisis para seguir su curso; ésta es una más de esas crisis, creada por ellos mismos, para reconfigurar su dominio mundial. Frente a esta crisis humanitaria , los gobiernos debieron buscar medidas necesarias y alternativas para combatir esta pandemia, pero en caso de Honduras, sucede lo contrario. El gobierno aprovecha este momento para pedir préstamos a entes financieros internacionales y a bancos nacionales, pero no hay un plan para abastecer a los hospitales y ayudar al cuerpo médico del país y por los casos de corrupción del fondo público es difícil creerle al gobierno.

-¿Se te ocurre alguna propuesta para mejorar la vida postcorona virus?

-La organización de las comunidades. Es una buena oportunidad para repensar la organización y la construcción de alternativas de vida que superen a las del gobierno. Es nuestra obligación tomar las medidas para sobrevivir a esta pandemia.

MÉXICO
Las múltiples formas de la desigualdad
Veronnika Yépez Aguirre es trans-activista cannábica, trabajadora sexual, facilitadora adjunta a la Subsecretaría de Derechos Humanos de Ciudad de México y trabaja en la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (SIBISO). El COVID-19 ni la cuarentena han parado su transactivismo y su labor social. Sigue recorriendo las calles en las zonas de Iztapalapa, Azcapotzalco, Atizapan, Naucalpan entre otras, dando consejerías en pruebas rápidas de VIH y haciendo jornadas de “testeo” en puntos de trabajo sexual. Para esto realiza colectas para armar el KIT-VIH-COVID (condones, lubricantes, gel antibacterial y cubrebocas). También colabora con el programa “Orquídeas” para hacerles llegar el apoyo económico PETS (personas que ejercen trabajo sexual). En lo comienzos de la pandemia aún seguía recorriendo las zonas para censar a las trabajadoras sexuales. Es parte activa y participadora en México de las plataformas internacionales PLAPERTS y LANPUD (Red Latinoamericana y del Caribe de Personas que usan Drogas).

-¿Qué te reveló el coronavirus/la cuarentena?

-Más bien revelaron diferentes cosas que se suman. El virus vino a descubrir las pocas medidas de prevención en relación con los virus. Soy consejera en pruebas rápidas de VIH, ya peleé antes contra otro virus. La cuarentena vino a descubrir toda la desigualdad y exclusión económica, laboral, académica que vive la diversidad sexual, más en la población trans, en particular las que ejercen trabajo sexual.

-¿Se te ocurre alguna propuesta para mejorar la vida poscoronavirus?

–Crear nuevas formas de prevención, en todos los campos. ¿Cómo hacer una actividad en plena pandemia de COVID? En nuestro caso de consejeras en pruebas rápidas de VIH tenemos que encontrar nuevas formas. Además de cómo realizar las pruebas, tenemos que pensar en las prácticas sexuales. Cómo será la nueva salud sexual; reforzar el autoerotismo sin mandarlos al “aislamiento individualista” ya que eso afecta la salud mental.

Fuente: Agencia Presentes

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