Casa de Todxs: 15 años de ser (en) comunidad

Cumplimos 15 años de vida en territorio matancero. Nacimos como una herramienta comunitaria y territorial de la comunidad pentecostal Dimensión de Fe en González Catán, desde donde abarcamos con nuestra tarea a ocho barrios.

En aquel tiempo, nuestro propósito fue -sigue siendo- dar una respuesta urgente a algo tan básico como fundamental: brindar un plato digno de comida y contribuir a la dignidad de las personas.

Este presente adverso, odiante y excluyente nos encuentra profundizando la militancia de los cuidados, a los cuales entendemos en diálogo con la autonomía, la territorialidad y el rescate de los saberes populares.

Es lo que intentamos ser y hacer, a diario, en Casa de Todos: una comunidad en movimiento, que abraza, que escucha, que intenta captar todo aquello -alegrías, dolores, conquistas, derrotas, proyectos- que el pueblo de los barrios desea compartir y tramar junto a los otros, a esos todos. Y, en este punto, es importante rescatar a los profesionales que eligen ejercer su vocación en espacios comunitarios.

Para quienes integramos Casa de Todos nos resulta de vital importancia poder practicar una escucha afectiva, base para hallar elementos comunes que nos pongan en igualdad de condiciones para enfrentar las dificultades cotidianas.

Allí aparecen la diversidad de espacios de encuentro que ofrecemos, los cuales permiten sintetizar la diversidad y promover propuestas comunitarias y profundamente liberadoras.

De eso da cuenta nuestro lema: «Cuando partimos el pan y compartimos el pan, otro mundo es posible». Un mundo que propicia el encuentro con otros y otras. Un entramado que fortalece la lucha contra la injusticia y da eco a la denuncia.

A 15 años de aquel inicio, de cara al futuro que pretendemos edificar, refrendamos nuestra misión de ser una comunidad en movimiento, que abraza y aloja desde la ternura.

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