Noticias | junio 11, 2024

Sesión y movilización el miércoles. Final incierto para la ley Bases en el Senado


El lunes, en la reunión de Labor Parlamentaria, se resolvió que la sesión de este miércoles sea haga con debates separados. De esta forma, a pesar de que no era el plan del oficialismo, primero se tratará y votará la ley bases, y luego el paquete fiscal. Fue un pedido de Unión por la Patria, y desde La Libertad Avanza confirmaron que fue acompañado por “los boques dialoguistas” como las chubutenses Edith Terenzi y Andrea Cristina que responden al gobernador PRO, Nacho Torres.

Algunos senadores y senadoras, al salir de la reunión, no descartaron que haya un cuarto intermedio “si se alarga mucho”. Una posibilidad es que luego de la votación de la ley bases, se solicite continuar al jueves con el paquete fiscal.

La sesión está citada este miércoles 12 de junio a las 10 de la mañana. A la misma hora, afuera del Congreso comenzará la movilización a la que están llamando una multiplicidad de organizaciones sindicales, sociales, políticas y asambleas barriales que prometen una plaza llena para rechazar la ley. A la convocatoria que venía haciendo la izquierda y otras organizaciones nucleadas en el “Encuentro de Trabajadores” que se movilizó desde el tratamiento en Diputados, esta vez habrá más actores. Se le van a sumar un sector de la CGT representado por el camionero Pablo Moyano, el bancario Sergio Palazzo, el metalmecánico Ricardo Pignanelli, y las dos CTA. En esta oportunidad, también convoca la UTEP, y estarán presentes organismos de Derechos Humanos.

A pesar de que la ley incluye un gran ataque a los derechos laborales, no está convocando a ninguna medida para el miércoles ni la mayoría de los gremios de la CGT, como los llamados «gordos» (Sanidad, Comercio, UF, Luz y Fuerza) ni los «independientes» (UOCRA, UPCN, etc). Esta semana, el Secretario General de la CGT, Héctor Daer, estuvo de gira en Suiza, al igual que Gerardo Martínez de la UOCRA, uno de los gremios que más ha sido afectado con la pérdida de puestos de trabajo.

La reforma laboral, que empeoró el Senado, incluye un doble ataque. A quienes hoy tienen derechos, pretende que sea más fácil y barato despedirlos para deshacerse de ellos. A quienes ya están en la informalidad les prometen un futuro peor de precariedad y sin posibilidad de acceder a derechos, ya que promueve obscenamente el trabajo no registrado en beneficio exclusivo de los empleadores.

Si bien las centrales sindicales no convocan a paro, por abajo viene creciendo la voluntad de movilizarse, y es probable que la espontaneidad gane terreno a pesar de las conducciones gremiales.

Una votación ajustada
Al salir este lunes del Congreso, el senador del PRO Luis Juez confesó “Los números están ajustados”.

Nadie puede asegurar por estas horas que la ley tenga los votos necesarios. Los más optimistas que creen que la aprobación en general va a salir, están igualmente preocupados por la votación en particular. Es que ahí puede abrirse una caja de pandora y que haya un desguace que deje al gobierno con una “victoria pírrica” y derrotas particulares difíciles de dibujar. Es decir, que se lleven la sanción en general, pero con muchos cambios o con artículos rechazados en puntos claves. Quedaría al descubierto lo endeble de “los acuerdos políticos” que tanto le reclama el FMI y sectores empresariales a Javier Milei que, a 6 meses de su gobierno, no tiene ningún triunfo legislativo.

Hay al menos tres votos en duda: los dos santacruceños (Carambia y Gadano) y Maximiliano Abad de la UCR. A ellos se les suma Martín Lousteau que presentó su propio dictamen con muchos cambios al texto del oficialismo. El presidente de la UCR aún no confiesa cómo va a votar en general: podría ser la abstención (como los radicales “díscolos” de Diputados) o el rechazo. Así, suman 4 votos las incógnitas. Es la cantidad que le falta a los 33 de Unión por la Patria para lograr el rechazo general con 37 voluntades.

Otros pronostican que están en un empate con 36 votos de cada lado. En ese caso, la definición estará en la presidencia de la Cámara Alta. Puede ocurrir que, al momento de la votación, Victoria Villarruel no esté al frente de la sesión. Es que Javier Milei partirá el miércoles por la noche a Italia a la reunión de G7. Cuando eso ocurra, la vicepresidenta ya no podrá estar en el recinto, y ocupará su lugar el senador Bartolomé Abdala (presidente provisional). Solo si tiene que desempatar Abdala, tendrá doble voto: como senador y como presidente de la Cámara Alta.

La intención del oficialismo es que la votación en particular se haga como en Diputados: por títulos o capítulos. Pero no podrá evitar abrir la votación por artículos que le van a imponer algunos bloques para expresar sus disidencias. Las alertas del gobierno están encendidas por el dictamen que presentó Martín Lousteau que promueve varios cambios, y podría tener el apoyo de Unión por la Patria para intentar voltear varios artículos.

Sin ir más lejos, el artículo 1 de la ley contiene la delegación de facultades a Javier Milei. Martín Lousteau lo rechaza, y se le pueden sumar los radicales Pablo Blanco y Maximiliano Abad, y también el peronista Edgardo Kueider. Con este panorama, el primer artículo puede salir rechazado en particular. Es que sumando los 33 de Unión por la Patria llegarían a la mayoría de 37. No se descarta que sumen más voluntades que compliquen el panorama si le toca volver a Diputados.

Las privatizaciones están a partir del artículo 7 y es otro de los puntos conflictivos. Lousteau y otros radicales promueven la eliminación de Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina del “paquete” de empresas a privatizar. El oficialismo quedará en una disyuntiva: o acepta los cambios o corre el riesgo de perder todo el apartado de privatizaciones. En La Libertad Avanza están evaluando la opción de ceder para no perder todo el capítulo. La misma dinámica va a ocurrir con otros artículos: si del otro lado reúnen una mayoría para el rechazo, tendrá que decidir si acepta más cambios para evitar que le desguacen la ley.

Otro punto que puede correr riesgo es la eliminación de la moratoria jubilatoria. Las senadoras Alejandra Vigo (Córdoba) y Mónica Silva (Rio Negro) adelantaron su rechazo. No será el caso de Martín Lousteau quien también promueve la eliminación de la moratoria en su dictamen, que atacará especialmente a las mujeres. Al igual que el gobierno, elevaría en los hechos a 65 años la edad para jubilarse y dejándolas afuera del sistema actual con una pensión mucho menos al haber mínimo. En Diputados, este apartado fue el que menos votos obtuvo: apenas 125 afirmativos. De ser rechazado en el Senado, será difícil que Diputados pueda insistir en mantenerlo.

Vale recordar que, si se aprueba la ley y vuelve a Diputados por las modificaciones, para que la Cámara Baja insista con el texto de la media sanción, necesita reunir una mayoría igual o superior a la que haya resultado del Senado en cada artículo.

En el paquete fiscal, también está complicado el capítulo de la restitución del impuesto al salario, que obligaría a pagar ganancias a más de un millón de trabajadores. A pesar de los cambios introducidos en el Senado para convencer a los patagónicos (subiendo el mínimo imponible en un 22% para esas provincias), persisten las dudas. Es un punto que enfrenta transversalmente a las provincias del norte (que lo quieren) y las del sur (que lo rechazan).

En las últimas horas, volvieron a activarse las presiones de tres gobernadores peronistas para que acompañen la ley, o al menos en algunos artículos. El tucumano Osvaldo Jaldo, el catamarqueño Raúl Jalil y el salteño Gustavo Sáenz piden a sus senadores, especialmente, por el apoyo al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y Ganancias. En la Cámara de Diputados, fueron los dos puntos donde Unión por la Patria aportó votos para Javier Milei (de Catamarca y San Juan que están en el bloque de Unión por la Patria, además de los tucumanos y salteños electos por ese espacio pero que armaron sus propios bloques). En el Senado, desde Unión por la Patria sostienen que se mantendrán unidos para el rechazo en general de la ley, pero no descartan dar “libertad de acción” en la votación particular.

Sin ir más lejos, el senador catamarqueño de Unión por la Patria, Guillermo Andrada, participó este lunes con su gobernador de una reunión en Casa Rosada con el jefe de gabinete Francos. Firmaron convenios para destrabar obras públicas. Lo mismo hizo el Poder Ejecutivo con las provincias de Neuquén, Córdoba, Jujuy, Chaco, Chubut, Entre Rios, Tucumán y Mendoza. Son los últimos movimientos del gobierno para tratar de asegurarse las voluntades que necesita para que salga la ley del Senado.

La moneda está en el aire. El gobierno no deja de sumar crisis y debilidades, y el resultado del Senado promete aportarle o una derrota total o una parcial. Este miércoles puede abrirse un nuevo capítulo y el rechazo que exprese la movilización afuera del Congreso puede convertirse en un factor decisivo.

La izquierda diario.

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