Cuando la realidad supera el consultorio: más allá del diván
Cómo hacer si tus pacientxs, en plena cuarentena, siguen paradxs al lado de la ruta para ganarse el pan del dia?
Que pasa si la persona no tiene casa para #quedateencasa?
Que pasa cuando el ruido del estómago es tan alto que no escuchan sus pensamientos, el hambre, es demasiado como para poder hablar, pensar.
Que pasa si en la casa está su agresor? Que pasa cuando lxs chicxs y el hogar es nuestra vida? Y nuestra vida?
Que pasa cuando cuidar a otrxs es antes que nosotrxs.
Que pasa cuando unx persona trans, no binarix, gay, lesbiana, marica, bisexual, u otras identidades y/o orientaciones, nos cuentan que todxs lxs psicologxs anteriores intentaron curarlxs. Curar eso incurable. Curar lo que somos. A caso alguien intento curar lo hetero-cis de las personas?
Que pasa cuando el diván es demasiado chico para alojar todo lo que se necesita.
Llevar el diván en el bolsillo a veces no es la solución. Sino llevar la escucha, el alojar, el amor, el humor, el calor, para poder ofrecer lo que cada quien necesita en cada momento.
A veces se trata de buscar un refugio seguro, en el amplio sentido… El calor del hogar y de la contención.
Otras se trata de acompañar en un camino desconocido, en un camino inventado entre pacientx y psicólogx, construido, destruido y reconstruido.
Muchas veces se trata de intentar conseguir alimentos, abrigo, medicamentos, hormonas, elementos de higiene, derechos básicos. Siempre se trata de escuchar. Pero a veces antes de adentrarnos en el análisis de lo inconsciente, o de los padecimientos psíquicos, tenemos que escuchar lo que lx otrx necesita. Y la única forma de hacerlo es entendiendo que hay tantas realidades como personas y cada una de ellas es igual de válida e importante.
Se trata de tejer redes, redes para conseguir el cumplimiento de derechos de cada persona, de cada comunidad. No, no podemos solxs. Pero no tenemos porque trabajar solxs, entre 4 paredes. Depende de nosotrxs elegir las herramientas de nuestras cajas. Y depende de nosotrxs elegir tapar esas cajas, o dejarlas abiertas, permitirnos la posibilidad de cambio, de felxibilidad, de adaptarnxs y no adaptar. No adoctrinar. Depende de nosotrxs trabajar con la comunidad, ayudar a que construyan, ser facilitadorxs.
Es un posicionamiento profesional. Podemos esperar a que lxs pacientxs golpeen la puerta (o manden un mensaje de wtsp en este momento) o podemos salir a buscarlxs.
Mirar a esa persona parada a un lado de la ruta, a esa persona con frío, hambre, miedo, enojo, etc.. Abrigar. Oir. Abrazar. Alimentar. Cuerpo y alma. Porque no hay uno sin el otro. No hay unx sin lxs otrxs.
Entre cuatro paredes solo vemos a quienxs pueden entrar en ellas. A quienxs pueden llegar.
El diván a veces queda chico y el consultorio también.
Jess Gutman.
Lic. en Psicología U.B.A – M.N. 71.708
lic.jessgutman@gmail.com
Integrante del equipo de docencia e investigación de Introducción a los Estudios de Género de la Facultad de Psicología (UBA).
Equipo de profesionales de La Casa de Diana y Lohana.