¡El racismo mata!
La noticia del vil asesinato del afroamericano George Floyd en Mineápolis en el Estado de Minesota, E.E.U.U, ha causado revuelo en las redes sociales, por lo cual, diversas organizaciones afrolatinoamericanas han manifestado su repudio ante el hecho.
Y al hacerse viral la noticia sobre las manifestaciones realizadas por la comunidad de Mineápolis a raíz del asesinato de Floyd, nos ha generado una serie de sentimientos entre rabia e indignación de ver cómo se justifica la muerte de un ser humano por cuestiones raciales.
En el caso de Abya Yala el racismo se instauró en el primer colonialismo que vivieron los pueblos originarios en el mal llamado «descubrimiento de América» cuando lo que realmente fue un proceso de despojo y aprovechamiento de la riqueza natural de los territorios y masacres masivas por cuestiones raciales, ejecutadas por los países colonialistas de la Europa Central.
En ese sentido la construcción de las «nuevas» sociedades se sustento bajo la ideología biológica – racial, en que se justificaba la supremacía blanca frente a la diversidad étnica.
Esto tuvo como resultado la construcción de un Estado colonialista que garantizaba el estatus económico y social de los descendientes de Europeos nacidos en estos territorios.
A su vez, justificaría la explotación y esclavitud de pueblos enteros que permitirían el desarrollo económico de estas supuestas nuevas sociedades modernas y civilizadas.
Sin embargo, es importante rescatar y reconocer que está dominación colonialista no fue «aceptada» tan fácilmente por los pueblos originarios, hubieron grandes rebeliones que son necesarias nombrar.
Levantamientos indígenas como el caso de Tupac Amaru, la Rebelión de los Zendales en Chiapas, el levantamiento indígena del pueblo de Totonicapán, el movimiento indígena dirigido por Lempira, las rebeliones de los pueblos negros en Haití, la lucha de los pueblos afroestadounidenses en la búsqueda de la abolición de la esclavitud negra, la resistencia de los pueblos afrobrasileños en contra de la explotación y esclavitud colonialista o la resistencia del pueblo garífuna para mantener su autonomía cultural y política, así podemos nombrar a muchas más.
Pueblos indígenas y afrodescendientes, siguen resistiendo aún en la actualidad frente a esta nueva ola neocolonialista que sigue justificándose bajo el discurso desarrollista de los Estados modernos.
Sin embargo, estas resistencias han dejado miles de muertos en el camino, masacres enteras se justificaron durante las guerras civiles como los genocidios perpetrados durante las dictaduras militares en Guatemala o los casos de Argentina y Chile, entre otros.
El genocidio es la máxima expresión del racismo y se utiliza en conflictos de guerra para exterminar pueblos enteros como lo realizaron los nazis con el Holocausto judío. En la actualidad podemos nombrar varios, como por ejemplo el caso del pueblo palestino frente al Estado genocida de Israel o los pueblos en Kurdistán frente al Estado de Turquía.
El racismo y la xenofobia aumentado en Abya Yala, gracias a los gobiernos fundamentalistas y neoliberales como Donal Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil, la golpista Jeanine Áñez en Bolivia, Lenin Moreno en Ecuador, Piñera en Chile, el narcodictador Juan Orlando Hernández en Honduras y así podemos nombrar a muchos más.
Estos gobiernos siguen fomentando el racismo institucional, justificando las prácticas colonialistas en nombre del desarrollo del sistema capitalista neoliberal.
Y aun frente ofensiva racista neoliberal, los pueblos indígenas y afrodescendientes, seguimos resistiendo, ¡No nos callaran!
Fuente: Afrofeminas