«En nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para con el pueblo que tiene miedo ahora»
La obispa Mariann Edgar Budde, la primera mujer en estar al frente de la Diócesis Episcopal de Washington DC, hizo días pasados un llamado de «clemencia» a Donald Trump hacia minorías que estarán sujetas a las nuevas políticas clasistas, conservadoras y excluyentes que anunció al asumir la Presidencia de Estados Unidos.
«Señor presidente: millones han puesto su confianza en usted. Y como usted dijo ayer, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En el nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para la gente en nuestro país que tiene miedo ahora«, pidió Budde a Trump, quien tras declarar que “solo hay dos géneros”, acaba de decretar que todos los empleados de los programas de diversidad cesen hasta nuevo aviso en sus funciones.
«Hay niños gays, lesbianas y transexuales, y familias demócratas y republicanas e independientes, algunas de las cuales temen por sus vidas», señaló la obispa delante de un Trump que la miraba con inocultables gestos de reprobación. Una actitud que acentuó horas más tarde al reclamarle desde sus redes sociales que pidiese disculpas públicas por su sermón en favor de colectivos vulnerados, uno de los blancos de la ofensiva del magnate.
De hecho, la Casa Blanca anunció la prohibición de los programas de diversidad, igualdad e inclusión del gobierno federal, cumpliendo así con la promesa de Trump, que calificó estos proyectos de «discriminatorios».
Más reflexionas de la obispa:
✔️ «Gente que recoge las cosechas, que limpia nuestras oficinas. Que trabajan en granjas y en empacadoras de carne. Que lavan la loza luego de que comemos en restaurantes. Y que trabajan en turnos nocturnos en hospitales».
✔️ «Podrán no ser ciudadanos, o tener la documentación apropiada. Pero la vasta mayoría de los migrantes no son criminales. Ellos pagan impuestos, son nuestros vecinos, son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas y templos».
✔️ «Le pido clemencia con aquellos en nuestras comunidades cuyos niños temen que sus padres sean llevados lejos. Y que ayude a los que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí».