Noticias | diciembre 27, 2024

La Navidad de Luis y la Navidad de Milei


La navidad es una fiesta de carácter universal y de dimensiones políticas. Todo proceso de transformación social, sea reaccionario o revolucionario, implica el nacimiento de un nuevo paradigma, es decir de algo que desplaza al orden anterior.

Pero aquello que nace en cada navidad será, para algunos, motivo de celebración y, para otros, ocasión de luto y desolación. El evangelio de Lucas despeja toda duda sobre lo que provocó el nacimiento de Jesús, el mesías: “esparció a los soberbios… Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes, a los hambrientos colmó de bienes y a los ricos los dejó vacíos”. En otras palabras, nacía en el corazón del pueblo oprimido un proyecto de liberación.

Cada pueblo reinterpreta la navidad imprimiéndole sus mitos y costumbres. Será Papa Noel en algunos países de Europa, en otros, el abuelo de las nieves, san Nicolás o el propio Jesús quien sale con regalos para hacer felices a los niños. En el país Vasco papa Noel se lo conoce como el Olenzero. Es el más tierno de todos. Es un campesino carbonero gordito y bonachón. Anda en un burro bajando por las montañas con su compañera María Domingui para llegar con sus regalos para las y los niños del pueblo. Cada papa Noel representa el anuncio preparatorio en noche buena del nacimiento de algo extraordinario.

Pero la dimensión política de esta fiesta, revela el doble carácter representado en ella. Nuestro querido León Gieco, lo expresó en “la navidad de Luis”, una de sus más célebres canciones que describe la navidad de los hambrientos y oprimidos. En cambio la navidad de Milei será la navidad de los opresores y odiadores junto a los tres reyes vagos (Caputo, sturzenegger y Bullrich), guiados por una falsa estrella que lleva al abismo.

En tal sentido, hoy será para la mayoría de los y las argentinas una noche mala. Una abominable fiesta en un fúnebre pesebre. A ellos, como decía un poeta: “malditas sean las fiestas, maldita la navidad, maldita felicidad. Mi mala onda a toda orquesta. Maldita la mesa puesta. Los cohetes y los parientes. Y las derechas creyentes. Del sacrificio y la cruz mientras brindan por Jesús asesinando inocentes”.

La navidad de Jesús nos invita a enfrentar a la noche mala y neoliberal. A todas y todos los luises -los pobres, los que no tienen amigos, los que no tienen con quien cenar, los niños de la calle, los que no saben dónde van a dormir, los que les duele la vida y huelen la muerte, los que lloran de hambre y sed de justicia- nos dice la canción que es buenos saber –para no seguir muriendo- “que Jesús es como yo, y entonces así podré seguir viviendo”. Jesús es como todos los oprimidos habiendo padecido los mismos dolores. Él es como nosotros para que nosotros seamos como él. Ser como Jesús es resistir, es organizarse, rebelarse, resucitar colectivamente. Ese es el camino, la verdad y la vida.

Rafael Villegas
Lic. en Psicología

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