Argentina. El dirigente de izquierda Alejandro Bodart fue absuelto en el juicio que le inició la DAIA por discriminación
Alejandro Bodart, dirigente de izquierda y ex diputado, fue absuelto en el juicio que le inició la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) por la posible infracción a la ley Antidiscriminatoria 23.592. Para la DAIA, desde su cuenta en X, Bodart banalizó la Shoá y sostuvo que Israel es un Estado genocida. “Querían tener antecedentes para ir por más, por eso siempre dijimos que ésta era una causa contra todos los que defendemos la causa palestina, pero no han podido”, dijo Bodart en la puerta del juzgado, flanqueado por sus defensores María del Carmen Verdú e Ismael Jalil, y sus compañeros. “Ha sido un juicio muy político donde todos aprendimos un poco más porque en el debate, los testigos y los abogados fueron pulverizando los argumentos de la acusación”, agregó. El juicio había comenzado el 12 de agosto en el juzgado Penal, Contravencional y de Faltas 8 de la jueza Natalia Molina, que ayer dictó la sentencia absolutoria del ex legislador. En la vereda de Suipacha al 100, festejó la militancia del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) al que pertenece Bodart, y de Correpi.
La DAIA sostiene que a Bodart le cabe “la definición de antisemitismo de la International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA), adoptada por el Estado Nacional”. La acusación se basó en dos tuits publicados por Bodart, uno el 11 de mayo de 2022 cuando mostró una foto de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, denunciando su asesinato con la leyenda “sionistas = nazis”. El otro fue días después, el 15 de mayo, al cumplirse los 74 años de la Nakba, la sangrienta invasión a Palestina para crear el Estado de Israel, que implicó miles de muertos y el forzado exilio de centenares de miles de palestinos. Bodart tuiteó contra el “Estado sionista y genocida de Israel”, y en defensa de “la justa causa palestina”.
Con una sonrisa de satisfacción, Verdú agradeció la “cantidad y calidad de fuerzas solidarias” que se fueron sumando al pedido de absolución. “Para Correpi es una cuestión de principios la defensa de cualquier persona represaliada por lo que dice o hace en su militancia social, pero es aún más fácil cuando compartimos su posición”, dijo la letrada. “Defender Palestina no es delito, cada testimonio fue una clase de historia y de defensa de la autodeterminación de los pueblos”, agregó.
Fueron testigos de la defensa Adolfo Pérez Esquivel, Laura Ginsberg, Norman Briski, María Rachid, Carlos Lordkipanidse, Herman Schiller, Carlos Aznárez, Claudio Katz, Julio Gambina, Hernán Camarero, Eduardo Soares, Juan Carlos Capurro, Mohsen Alí, Myriam Bregman, Cele Fierro, Luis Zamora, Vilma Ripoll, Romina del Plá, Jorge Altamira, Juan Carlos Giordano, Gabriel Solano, Guillermo Pacagnini, Lita Alberstein y Tamara Migelson.
En su alegato, la fiscal Andrea Scanga acusó a Bodart de difundir discursos de odio y discriminación, en base seis pautas de análisis de las Naciones Unidas. “Se ha puesto en juego la dignidad de la comunidad judía a través del discurso de odio que Bodart reprodujo en perjuicio de ella y la existencia del Estado que la representa”, dijo Scanga. Y pidió que el ex diputado fuera condenado a seis meses de prisión en suspenso y a realizar un curso de concientización en derechos humanos en el centro Ana Frank.
En tanto, el abogado querellante Gabriel Camiser, apoderado de la DAIA, citó jurisprudencia en favor de la condena a expresiones contra Israel, y afirmó que “la colectividad judía argentina en su abrumadora mayoría considera que los mensajes de Bodart son antisemitas y se siente ofendida”. Tras desacreditar a varios testigos de la defensa, Camiser solicitó la misma condena que había planteado la fiscalía.
Página/12.