Argentina. Movilizan nuevamente en reclamo de justicia para las víctimas del ataque lesbo-odiante en Barracas
La convocatoria de los diversos espacios autoconvocados fue anunciada así desde las redes de la Asamblea de Barracas: «el lunes 13 se cumple una semana del ataque lesbo-odiante en Barracas. El mismo se cobró la vida de Pamela Cobos y de Roxana Figueroa, prendidas fuego cuando dormían. Mientras que Andrea y Sofía siguen hospitalizadas», relata el comunicado, en referencia al ataque lesbofóbico que perpetró Justo Fernando Barrientos el domingo 5 de mayo a las 23. 30, quien vivía en una habitación contigua en el mismo hotel.
Al momento del incendio, unas 30 personas debieron ser evacuadas de este edificio de tres plantas. Acto seguido, Justo Barrientos intentó suicidarse autolesionándose en el cuello con una sierra y tras recuperarse quedó detenido. A partir del fallecimiento de dos de las víctimas la causa fue recaratulada como “homicidio” y la investigación está a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 14 a cargo del juez Edmundo Rabbione.
Si bien el anuncio habla de dos víctimas fatales, lamentablemente, este domingo 12 el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires (que no mencionó ni repudió el ataque) confirmó que también falleció Andrea Amarante (43 años), la menor de las cuatro mujeres lesbianas atacadas, quien estaba internada en terapia intensiva en el Hospital Penna desde el miércoles pasado, con el 75 por ciento del cuerpo quemado.
«Desde el primer día hemos denunciado que éste no fue un caso aislado ni su razón fue por las condiciones habitacionales, económicas o las facultades mentales de la persona que lo provocó: fue un crimen de odio hacia cuatro lesbianas. Los discursos de odio por parte del gobierno nacional, apoyados y viralizados por los medios de comunicación afines a su ideología, se materializan en acciones de violencia concretas en la sociedad», remarcan.
Es por eso que desde la Asamblea de Barracas, en conjunto con otros grupos autoconvocados, anunciaron que realizarán una acción colectiva este día lunes 13 en la Plaza Colombia a las 18 (Avenida Montes de Oca al 800, barrio porteño de Barracas), para luego marchar hacia el hotel donde sucedió el ataque (Olavarría 1621).
El cronograma de la acción colectiva del día será el siguiente:
▶️ 16.30: armado de flores, cartelería y pañuelos.
▶️ 18.30: concentración en Plaza Colombia (Avenida Montes de Oca 841). Se ingresa por Brandsen y Montes de Oca / Lectura de Asamblea Barracas. Lectura de la Asamblea Lesbiana lee a Val Flores. Guitarra Lu. Guitarra de Maca. Lee Linter. Lee Sole / Performance. Es simultáneo.
▶️ 19.15: marcha por Avenida de Montes de Oca (dos cuadras) hacia el Hotel.
▶️ 19.30: altar en el Hotel / canciones de Georgi Andino. Dirección del hotel: Olavarría al 1621.
▶️ 20.00: desconcentración.
La jornada de lucha y justicia también se desarrollará, como el viernes pasado, en diferentes puntos del país, como es el caso de la ciudad santafesina de Rosario:
También se suma la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto de CABA. La jornada de lucha y justicia tendrá como consignas centrales «No es libertad«, «Es odio, fue lesbicidio» y «El Estado es responsable«.
En tanto, la Asociación Civil Ni Una Menos difundió en redes sociales su cuenta bancaria para ayudar a Castro Riglos (49 años), que se encuentra lastimada, en condiciones de pobreza, sin vivienda ni recursos, y es la única sobreviviente del crimen de odio de Barracas:
▶️ ACIVIL.NIUNA.MENOS
▶️ Asunto: lesbianas
▶️ CBU: 1910027855002701341732
▶️ Número de cuenta corriente: 191027013417/3
También el viernes pasado por la tarde hubo hubo actividades en todo el país en reclamo de justicia por las cuatro lesbianas víctimas del atentado en el barrio porteño de Barracas, para el cual las organizaciones y asambleas autoconvocadas exigen que se cambie la carátula de la investigación, para que se contemple que fue un crimen de odio. Asimismo, hacen responsable al Estado por promover y agitar discursos de odio, por lo que piden juicio político a Javier Milei y políticas públicas para las feminidades y la comunidad LGTBIQ+.
¿Qué son crímenes de odio?
María Luisa Peralta, militante lesbiana, dice en una nota de Mariona en La Nota Tucumán que hablar de crimen de odio no es suficiente. En primer lugar aclara que la cuestión de los delitos de odio o crímenes de odio está vinculada a agresiones contra la integridad y el concepto «se presta a que se ponga el foco en los perpetradores o ejecutores del hecho puntual y no en todo el contexto social, cultural, institucional que valida y habilita esta mirada de un cierto grupo social, en este caso lesbianas, como un grupo de personas que valen menos y a las que se puede despreciar, atacar, vulnerar y que no va a pasar demasiado».
Como contábamos anteriormente en una nota sobre la primera actividad nacional por la visibilización del ataque lesbo odiante, en el caso de Andrea, después del crimen se supo que es sobreviviente también de la Masacre de Cromañón, incendio producido en un boliche en CABA en 2004 con 194 victimas fatales. Pero Andrea no fue contemplada como víctima por el estado y permaneció 20 años viviendo en condiciones precarias extremas.
Al respecto, la coordinadora Cromañón expresó: “si Andrea hubiera sido parte de la Ley de Reparación Integral, probablemente, hubiera tenido la oportunidad de acceder a un techo digno y seguro». Otro grupo de justicia, Movimiento Cromañón, remarcó: «El carácter espantoso de este crimen no es un fenómeno individual, producto de una cabeza desquiciada: hay un clima social que se fogonea desde el poder político, de intolerancia, marginación y desconfianza hacia el otro, la otra, le otre no sólo por existir, sino por ser distinto a lo que el heterocispatriarcado exige de las personas».
«La reparación no es solamente que se enjuicie al perpetrador, sino que las sobrevivientes tengan una asistencia médica para las secuelas que le queden y una asistencia psicológica», dice María Luisa y añade: «Y también reparar en términos de condiciones de vida. Esto es importante porque el ataque sucedió en un conventillo, una vivienda popular donde viven siempre hacinadas personas empobrecidas que no tienen acceso a otros tipos de vivienda. Donde no hay vida privada, sino más bien una coexistencia forzada con una cantidad de personas, donde hay conflictos de distinto tipo».
María Luisa señala «las compañeras lesbianas no estaban en situación de calle, pero son lesbianas pobres, en una ciudad gentrificada, viviendo hacinadas, en malas condiciones, donde hay enormes dificultades de acceso a la vivienda. Es muy difícil, para gente empobrecida, mudarse. Hay un historial de hostigamiento y ellas no se pueden ir. Quizás otras lesbianas de otra clase social frente a conflictos con vecinos se pueden mudar. Ese tipo de cosas es importante tener en cuenta más allá de hablar del odio». Además hay múltiples discriminaciones que operan para excluir del derecho a la vivienda: se discrimina a las personas con chicos chiquitos, personas con discapacidad física o intelectual, a las personas migrantes.
«Son políticas de exterminio, esto es mucho más que el odio» concluye María Luisa, y alude a la responsabilidad del conglomerado político del PRO, Juntos por el Cambio o Cambiemos. «Esto no es sólo Javier Milei, no es solo Márquez, porque la gente del PRO viene gobernando la ciudad de Buenos Aires hace 20 años y esta situación (el ataque a cuatro lesbianas) sucede en ese contexto»
La gentrificación y expulsión de «enemigos internos» está íntimamente ligada a hechos concretos como la quema de lesbianas en una habitación precaria de un barrio porteño. «Todos ellos están involucrados en el negociado inmobiliario que hace que sea muy difícil acceder a la vivienda. Esta semana, Jorge Macri, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y algunos de sus ministros, estuvieron haciendo gran publicidad en medios de comunicación y en redes sociales con fotos de antes y después mostrando a gente en situación de calle y después de ese lugar sin la persona ahí».
Las capas del crimen y el discurso de odio y el lesbicidio
«A las certezas de que Pamela y Mercedes (Roxana) fueron asesinadas y de que Justo Fernando Barrientos fue quien las mató, le sigue una catarata de dudas: ¿Cuántas capas tiene esta historia? ¿Cuántas complejidades atraviesan al crimen de Pamela y Mercedes (Roxana) , y el atentado a las otras dos chicas? ¿Qué nos dice esta mansión deteriorada de Barracas, además de decirnos que Pamela ya no nos podrá decir? Miguel cree que para entender lo que pasó no alcanza con mirar el horror de hoy, de esta pieza. Después de aclarar por enésima vez que ponga todo tal cual lo dijo, cierra: “Somos un país sin esperanza, somos una sociedad enferma”», termina la crónica que hizo Francisco Pandolfi para la revista MU.
María Luisa, dice al respecto del recrudecimiento de las violencias contra determinados grupos estigmatizados y marginalizados, típicamente las personas LGBT, «esto no es una cosa novedosa, pasa desde hace décadas. En cada crisis económica aumenta el malestar social, la bronca, la impotencia, la frustración y por algún lado descarga. Descarga donde se señala desde una trama política e institucional. No se trata solamente de la persona que ejecuta, sino de todo eso que da contexto».
¿Cuál es la relación entre un discurso y un crimen de odio?
Los discursos de odio, en este caso la comunidad LGBTIQ+ están tipificados como tales porque son narrativas sociales que circulan y se reproducen principalmente en el espacio público, ya sea en los medios de comunicación, redes sociales e internet, y que trasmiten prejuicios y estereotipos negativos sobre ese colectivo de personas, teniendo por objetivo justificar, legitimar e incitar la confrontación y/o la violencia social de un sector de nuestra sociedad sobre por ejemplo, las lesbianas. Ahí es donde entra la responsabilidad social y en particular de funcionarios públicos sobre el crimen de odio de Barracas. Los discursos de odio que propagaron los funcionarios como Manuel Adorni, Sandra Pettovello, a Lilia Lemoine, y el mismo Javier Milei al eliminar el Ministerio de Géneros y Diversidad, el INADI, tienen efectos concretos a nivel simbólico y material, como la agresión física extrema al punto de asesinar a mujeres por ser lesbianas.
Uno de los objetivos generales del Observatorio de Medios y Redes Sociales del INADI era contribuir a la prevención y concientización de la circulación de discursos sociales discriminatorios y de odio en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación que tengan por objeto a personas, grupos o comunidades, en el marco de la Ley N.° 23.592 sobre Actos Discriminatorios.
La herramienta de la pirámide sirve justamente para visibilizar las capas y poner de manifiesto la escalada de violencia que implica el pasaje del acto enunciativo a la acción directa (la violencia física), o dicho de manera más coloquial, del dicho al hecho.
«No es solamente el discurso explícito contra personas LGBT, eso está, pero es parte de una gran avanzada cultural con valores espantosos, como la indiferencia frente a la situación de los demás. No es solamente el que tenía la suficiente motivación y el odio para prender fuego, es también todas esas otras personas a las que lo previo no les importó. Esa también es una forma de la crueldad, desentenderse de lo que le pasa a las otras personas y eso hay que marcarlo como algo que está sucediendo», señala María Luisa y echa agua sobre el fuego que nos intenta devorar.
Como en la dictadura, donde crecieron los discursos sociales del «algo habrán hecho» o «no te metás» en esta época de policrisis, se reconstruyen discursos individualistas y meritocráticos. Así se naturaliza que los gobiernos dispongan números de teléfono para denunciar a una docente si habla de Santiago Maldonado, o si «adoctrina» a les estudiantes. Así como Jorge Macri, junto a Larreta y Bullrich se burlaron de la cifra de 30 mil detenidos desaparecidos en plena campaña, y ya en el poder, el jefe de la ciudad dispuso «limpiar» a las personas que vivían en la calle, privadas de todo derecho constitucional.
Frente a la estrategia de los sectores de ultraderecha que gobiernan de respaldarse en el derecho a la libertad de expresión, María Luisa señala: «¿»Reclamar que no se propaguen discursos de odio no es una vulneración a la libertad de expresión, eso está desarrollado en documentos producidos por los expertos internacionales. Hay una responsabilidad especial para todas las personas que ejercen cualquier tipo de función de gobierno, ya que tienen responsabilidades especiales en relación al discurso de odio».
ANRed.