Argentina. Las historias de vida travestis y trans en el Hotel Gondolín llegan al teatro nacional
El Hotel Gondolín es un cuerpo trava y marrón. «Es una trans más: una hermana, una amiga, hija, sobrina, una compañera». «Es contención». «Es como la cuna de las mujeres trans». Así hablan a Presentes la referenta y compañera de la organización Gondolín, Zoe López, y Daniela Ruiz, actriz y habitué del hotel. Hoy una obra de teatro revive testimonios de travestis y trans que vivieron o transitaron el espacio.
Daniela Ruiz nunca se imaginó protagonizando una obra en el emblemático Teatro Nacional Cervantes. Su cuerpo trava, marrón, del norte e indígena se desenvuelve solo en el escenario para interpretar la obra Divina, escrita y dirigida por Ana María Bovo. Forma parte del ciclo El hotel es un cuerpo. Tres historias travestis/trans.
«Muchas de nosotras, las travestis racializadas indígenas del norte, que en su gran mayoría luchamos desde nuestro lugar en las trincheras, no estamos en lugares culturales por un proceso elitista, clasista y blanco. Hemos pensado que esos lugares son para ciertas personas», compartió Daniela con Presentes.
Daniela Ruiz en el escenario del Teatro Cervantes. Foto: Ailén Garelli.
El teatro, un lugar para todxs
Para ella, «que una persona racializada, indígena, entre al Cervantes no para observar cómo es lo eurocéntrico, sino para revalorizar el cuerpo nuestro en ese lugar y en ese espacio es una puerta para empezar a debatir adentro de la cultura». Y recalcó que su presencia en el escenario no es solo «una reivindicación de las travestis», sino también de las «madres, abuelas y toda la generación que mataron por el genocidio indígena».
El Hotel es un cuerpo se pensó a partir del libro Reunión: Cuatro Legendarias en el Gondolín, donde Dani Zelko puso por escrito las palabras de Marlene Wayar, Marisa Acevedo, Zoe López y Viviana Borges. Durante varios días se reunieron en el hotel y conversaron, mientras Zelko volcaba en papel el registro de sus dichos. El proceso fue colectivo: luego de escribirse el último diálogo se reunieron, lo leyeron en voz alta y lo corrigieron colaborativamente. El libro es de circulación gratuita. Tiene una versión virtual, un audiolibro con las voces de Camila Sosa Villada y Susy Shock, y una edición impresa.
El ciclo cuenta con tres obras que están en escena de jueves a domingos a las 18. Divina, interpretada por Ruiz, estará en cartelera hasta el 2 de julio. Luego se presentará Lorena del 13 al 30 de julio, actuada por Payuca y escrita por Felicitas Kamien y Federico Liss. Finalmente, ReInA, con la actuación de Maiamar Abrodos, escrita y dirigida por Natalia Villamil, tendrá lugar hasta el 27 de agosto.
Ese acto político llamado Gondolín
El Hotel Gondolín, también conocido como «El Gondo», es una cooperativa de vivienda que habitan feminidades travestis y trans, ubicada en Araoz al 900, en el barrio porteño de Villa Crespo. Surgió producto de los sobreprecios que le cobraban a este este sector de la población por motivo de su identidad de género. Tras distintas quejas e inspecciones, el hotel fue clausurado y desde 1998 fue recuperado por travestis y trans.
El lugar fue y es refugio y vivienda de compañeras que llegan desde distintas provincias del país y también de otros países, quienes migran para encontrar espacios más amables con sus identidades. Hoy está conformado como una asociación civil y además de alojamiento es un espacio que brinda actividades culturales y formaciones.
Allí se llevaron a cabo tertulias, encuentros, discusiones: es memoria activa del colectivo travesti trans. «Para mí el hotel significa un acto político donde muchas compañeras han dejado y han puesto la vida para que todo sea mucho más inspirador para la comunidad y la diversidad», expresó Ruiz.
De las tres actrices del ciclo, Daniela es la que conoce al Hotel Gondolín en primera persona. «Ha sido parte mía y esencial. Cuando caía presa o cuando caía detenida porque estábamos en la zona roja era contención. Cando venían los policías y no sabíamos a dónde recurrir íbamos al hotel. Soy parte de todo un movimiento de exclusión y violencia que ha sido sistemático de la policía para con nosotras», contó.
«Casi el 90% de las compañeras del Gondolín son como yo: salteñas, norteñas, tucumanas, jujeñas. Hablar del Gondolín es hablar de la historia mía y de la de muchas de nosotras», agregó.
Ser trans, representar las vidas trans
La referenta del Gondolín Zoe López estuvo presente el día de estreno del ciclo y dijo a Presentes que le encantó la obra. «Estoy muy feliz de que el monólogo lo haya hecho Daniela Ruiz ya que es una compañera, una hermana que conozco de toda la vida. No habría otra persona mejor que ella, una mujer trans que esté hablando por nosotras», compartió. En este sentido, explicó: «Generalmente usan nuestras cuerpas, nuestras palabras, nuestras historias de vida y no son personas trans las cuales nos están representando».
Cuando la directora de Divina, Ana María Bovo, supo que Daniela era parte del Gondolín quiso que el texto de la obra reflejara su historia personal. «Una vida en particular puede dar cuenta de muchas. Tiene un espesor esa experiencia individual que se proyecta en lo colectivo. Volver literatura o dramaturgia la experiencia personal es un modo de reescribir la vida que viviste como quisieras narrarla o vivirla: elegir un modo de contarla», compartió con Presentes.
Para armar el texto, Ana María y Daniela tuvieron largas conversaciones donde Ruiz contó una vida que era desconocida para la directora. «Yo no tenía conciencia de que en los 90, en los comienzos de los 2000 ellas seguían viviendo en dictadura porque la persecución policial era implacable. Por supuesto que yo sabía algo de eso, pero no sabía la intensidad o la gravedad», dijo Bovo, con una voz quebrada.
El proceso de gestación de la obra fue «muy enriquecedor» para ambas. «No es lo mismo que una directora venga y diga ‘este es tu texto’, que otra que tiene una perspectiva de hablar de las personas travestis trans y repensar y reformular más comunitariamente. Creo que ha sido para las dos una gran posibilidad de apertura y de reflexión», expresó Daniela.
Daniela Ruiz en el escenario del Teatro Cervantes. Foto: Ailén Garelli.
«Queremos empezar a contar otras cosas»
La idea del ciclo basada en el libro fue propuesta por el Palais de Glace al Teatro Nacional Cervantes. Su directora, Gradis Contreras, y su equipo se fascinaron con el material. «Queremos empezar a contar otras cosas», compartió Contreras con esta agencia. Para hacerla, pensaron que «no era bueno que fueran todas de la comunidad travesti trans ni todas heterosexuales». «No quiero que esto sea un grupo cerrado de gente que piense y quiere todo lo mismo. Queremos abrir e integrar la comunidad», indicó.
Durante el estreno de la obra hubo un silencio implacable. También personas con pañuelos secándose algunas lágrimas. «En el silencio de la sala advertí que tanto las personas del público como yo en los ensayos y las entrevistas estaban conociendo una realidad que todavía, a pesar de todo, no ha trascendido del todo», concluyó Bovo.
El Hotel es un cuerpo está en cartel de jueves a domingo a las 18, hasta el 27 de agosto, en el Teatro Cervantes, Libertad 815. Este fin de semana se verán las últimas funciones de la primera historia: Divina.
Fuente: Agencia Presentes. Fotos: Ailén Garelli, prensa del Teatro Nacional Cervantes.