Argentina. 9 de enero de 1998 – Amparo contra la demolición de la ESMA
El 9 de enero de 1998, una Madre de Plaza de Mayo y la esposa de un desaparecido impulsaron una medida judicial que sentaría las bases de lo que hoy conocemos como Espacio Memoria ex ESMA. Laura Bonaparte y Graciela Lois presentaron un amparo judicial para evitar la demolición del que fuera uno de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio emblemáticos de la Argentina, que tres días antes había dispuesto, a través de un decreto, el entonces presidente Carlos Menem.
Estaban acostumbradas a dar batalla contra los reiterados intentos de «reconciliación y olvido». Laura, quien falleció en 2015, había sufrido la desaparición de tres hijos, dos yernos y el padre de sus hijos a manos del Estado terrorista. Psicóloga, se exilió en México y fue observadora de Amnistía Internacional en campos de refugiados en El Salvador y en la frontera con Guatemala, durante la guerra en Centroamérica. Fue una de las precursoras de la campaña internacional para que se declarara delito de lesa humanidad a la desaparición forzada de personas.
Graciela formaba parte de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y era la esposa de Ricardo Lois, detenido desaparecido en la ESMA. Por aquellos días impulsaba los juicios a los genocidas argentinos que se estaban llevando adelante en España, pero además había sido una de las compiladoras de las denuncias sobre desaparición de personas que fueron entregadas a la CIDH durante la visita de septiembre de 1979.
A 23 años de aquel día, Graciela, miembro del directorio del Espacio Memoria, reconstruye cada paso emprendido con Bonaparte para frenar lo que ella prefiere calificar como un intento de «destrucción» de la memoria, y recuerda la lucha de los organismos de Derechos Humanos para conservar los edificios que hoy son prueba fundamental en los juicios por delitos de lesa humanidad.
#MemoriaVerdadyJusticia
#ESMA
#NuncaMásElOdio
#NuncaMásElSilencio